domingo, 3 de mayo de 2009

ERA ALTO,GALLARDO...(II)


...Lyón, en esta época, era llamado la Roma de las ideas; en ella trabajaban una serie de sabios, de pensadores, de obreros de la verdad, de artistas de la dicción, que independientemente del yugo teológico, cultivaban el humanismo en la más alta acepción de la palabra. Poetas épicos algunos, humanistas eximios otros, eruditos profundos, políticos atrevidos, teóricos audaces, ardientes republicanos, liberales aristocráticos, representaban la grandeza y el encanto en una época desolada por la guerra civil de los religionarios. Eran una aristocracia artística, sabia y librepensadora en medio del fanatismo de las turbas de ambos bandos. Gente de genio, y de buen genio todos ellos, liberales en el verdadero sentido de la frase, no necesitaban ni fuerza, ni amenazas, para sustentar sus sublimes ideales nuevos. Nada de sínodos, de concilios, ni de tribunales, de los que salen sólo condenas, anatemas, excomuniones, castigos, persecuciones y provocación al daño ajeno. Allí decían que las letras florecían con tal esplendor que, para asemejarse Lyón a Atenas, sólo le faltaba aquella gran libertad de que en Grecia se gozaba.
En Lyón se imprimían, no solo libros literarios, sino libros científicos. Y se imprimen para todas las naciones y para todas las ciudades y en todas las lenguas.


Nuestro protagonista,al entrar en Lyón, creyó prudente cambiar de nombre y de naturaleza. No siendo teólogo profesional y cansado de batallar en Alemania, donde todos se declaraban en contra, habiendo ya acabado su dinero, se había dirigido a Francia; pues allí no habían levantado polvareda sus escritos, y por eso se paró en Lyón. Nuestro protagonista dijo entonces llamarse Miguel de Villanueva. El librero Trechsel, prendado de sus conocimientos y apiadado de su miseria, le tomó como corrector de estilo, y tales y tantas pruebas dio de su saber, en las lenguas antiguas y modernas como en las ciencias y artes, que, admirado de su erudición, un día, le confió el que dirigiera y anotara la publicación de una nueva edición de la Geografía de Tolomeo, convirtiéndose en una de las primeras y más consultadas obras del Renacimiento. Y tanto es así, que aun hoy admira, y al leerla puede asegurarse que nuestro amigo fue el creador de la Geografía comparada y de la etnografía y que Humboldt y Ritter no han sido más que sus continuadores.(Seguirá)...

1 comentario:

equispetrece dijo...

Creo que el personaje es Miguel Servet. El hombre no fue condenado por descubrir la circulación de la sangre y sí por no estar de acuerdo con la Trinidad ni con los calvinistas. Calvino fue su perseguidor pues odiaba todo lo que era el pensamiento libre y crítico.