jueves, 14 de diciembre de 2017

IMPERIOFOBIA Y PUIGDEMONT

Estoy  leyendo el libro de María Elvira Roca Barea sobre la leyenda negra de España y el fenómeno de la fobia imperial (IMPERIOFOBIA Y LEYENDA NEGRA) que como demuestra la autora no es un fenómeno exclusivo contra España y sí general e histórico. Se da en todas las épocas: Roma tuvo su leyenda negra como la tiene Estados Unidos o Rusia. Lo mismo Alemania o Inglaterra.
María Elvira Roca analiza el himno de Holanda que los niños aprenden en las escuelas que termina con esta expresión: "Mi alma se atormenta, pueblo noble y fiel, viendo cómo te enfrenta el español cruel".
La historia de la rebelión de los Países Bajos recuerda un tanto a la actual rebelión de Cataluña.
Los territorios denominados como Países Bajos fueron unificados por los duques de Borgoña hasta que los recibió Carlos V como herencia de su abuela por parte de padre. Nacido en Gante, Carlos V intentó crear un estado federal con órganos propios de gobierno y esto ocurría en 1548, un 26 de junio, en la Dieta de Augsburgo. Era un país muy rico y próspero con su autonomía...La propaganda de Guillermo de Orange habla de que en aquella época "surgieron revueltas provocadas por las imposiciones católicas y por las cargas fiscales que las autoridades españolas imponían a los neerlandeses"...
Lo cierto es que no hubo levantamiento de la población por una causa y sí muchos por motivos distintos motivos y causas y tales levantamientos no fueron populares y si movimientos que tenían más que ver con las rivalidades entre las ciudades neerlandesas y sus élites y gobernantes... El libro de María Elvira Roca lo explica ampliamente.
En 1566 Manuel Filiberto de Saboya, gobernador general, avisó al rey Felipe II que se estaba extendiendo la idea de que los Países Bajos soportaban la mayor carga fiscal del imperio... y con el tiempo la propaganda derivaría a ver al rey español como el Anticristo...es la estrategia de Guillermo de Orange de crear un rey demonio, un enemigo, para legitimarse frente a un poder malvado y extranjero.
¿No recuerda esto a la actitud del señor Puigdemont? ¿No recuerda el proces de Cataluña la existencia de otra imperiofobia?


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miércoles, 6 de diciembre de 2017

VOLVER...

Hace unos meses del último post. Del quince de junio al día de hoy, mas de ciento cincuenta días sin publicar. 
Es bonito el verbo volver. Reiniciar algo, reanudar una actividad significa una forma de revivir. No quiere decir que haya estado muerto pero sí aletargado un componente vital como es la actividad de escribir, de hilvanar unas ideas, de poner al día y al viento un pensamiento o unas ideas...
Volver  es sentirse un poco peregrino. Tras la pausa hay un deseo de continuidad, de seguir el camino que hace unas jornadas abandonamos y que ahora añoramos no solo por nostalgia sino también por sentirse activo y en una palabra vivo. No es tanto la meta como el caminar lo que importa pues la ilusión del trayecto activa más que la meta misma. Así lo expresa mucho mejor que yo, claro, Luis Cernuda en su poesía el Peregrino:

Peregrino
¿Volver? Vuelva el que tenga,
Tras largos años, tras un largo viaje,
Cansancio del camino y la codicia
De su tierra, su casa, sus amigos.
Del amor que al regreso fiel le espere. 
Mas ¿tú? ¿volver? Regresar no piensas,
Sino seguir siempre adelante,
Disponible por siempre, mozo o viejo,
Sin hijo que te busque, como a Ulises,
Sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.
Sigue, sigue adelante y no regreses,
Fiel hasta el fin del camino y tu vida,
No eches de menos un destino más fácil,
Tus pies sobre la tierra antes no hollada,
Tus ojos frente a lo antes nunca visto.

Quizá no se trata solo de volver. Me aplico lo que dice el poeta: no es regresar y sí seguir adelante, más viejo ya que mozo hasta el fin del camino con los pies sobre la tierra y los ojos presto a lo nuevo que aparezca o lo viejo que regrese...
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Dos textos de Friedrich Nietzsche sobre el eterno retorno
La Gaya Ciencia, § 341
El peso más grande. ¿Qué ocurriría si un día o una noche un demonio se deslizara furtivamente en la más solitaria de tus soledades y te dijese: «Esta vida, tal y como tú ahora la vives y como la has vivido, deberás vivirla aún otra vez e innumerables veces, y no habrá en ella nada nuevo; sino que cada dolor y cada placer, y cada pensamiento, y cada suspiro, y cada cosa indeciblemente pequeña y grande de tu vida deberá retornar a ti, y todas en la misma secuencia y sucesión: y así también esta araña y esta luz de luna entre las ramas, y así también este instante y yo mismo. ¡El eterno reloj de arena de la existencia se invierte siempre de nuevo y tú con ella, granito de polvo!?». Si esto sucediera, ¿no te arrojarías entonces al suelo, rechinando los dientes y maldiciendo al demonio que te ha hablado de esta forma? ¿O quizás has vivido ya alguna vez ese instante infinito, y tu respuesta entonces fue la siguiente: «Oh, tú eres un dios y jamás oí nada más divino»? Si ese pensamiento se apoderase de ti, te haría experimentar, tal y como eres ahora, una transformación y tal vez te trituraría; acerca de cualquier cosa te plantearías siempre la pregunta «¿quieres esto otra vez e innumerables veces más?», y ello pesaría sobre tus acciones como el peso más grande. Y además, ¿cuánto deberías amarte a ti mismo y a tu vida para no desear ya otra cosa que esta última y eterna sanción, este sello?
Así habló Zaratustra, II, «De la redención»
Que el tiempo no camine hacia atrás es lo que secretamente nos causa más rabia. «Lo que fue, fue»: así se llama la piedra que ella, la voluntad, no puede en modo alguno remover... Esto sí, esto sólo es la raíz de nuestra más profunda venganza: la aversión de la voluntad contra el tiempo y contra su imborrable «fue»... El espíritu de la venganza, amigos míos, sobre esto es sobre lo que mejor han reflexionado los hombres hasta ahora; y donde había sufrimiento allí debía haber siempre castigo... hasta que la voluntad creadora añada: «¡Pero yo lo quiero así! ¡Yo lo querré así!»... Algo superior a toda reconciliación tiene que querer la voluntad que es voluntad de potencia. Sin embargo, ¿cómo ocurre esto? ¿Quién ha enseñado incluso el querer hacia atrás?
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