martes, 21 de abril de 2009

ÑERBATU


Tien razón mi amigu blogeru Xuacu. Nun ye MIRLO sino ÑERBATU.¡Qué guapu ye y cómo xibla!

Nun me llames mirlo
que n´un t´entiendo;
llámame Ñerbatu
pues ye asturianu.

El mirlo ha sido tema inspirador de los poetas. Así Juan Ramón Jiménez nos regala

MIRLO

Y el mirlo canta, huye por lo verde,
y sube, sale por lo verde, y silba,
recanta por lo verde venteante,
libre en la luz y la tersura,
torneado alegremente por el aire,
dueño completo de su placer doble;
entra, vibra silbando, ríe, habla,
canta… Y ensancha con su canto
la hora parada de la estación viva.
y nos hace la vida suficiente.
¡Primavera, absoluta primavera,
cuando el mirlo ejemplar, una mañana,
enloquece de amor entre lo verde!



Aurelio González Ovies escribió estos versos:

Cántame, mirlo,
necesito creer que el verano no cambia,
que la luz no envejece.
Que soy yo quien opaca la eternidad de agosto,
que yo soy quien la mira
con los ojos cansados.

Pero tú, cántame,
ahora y siempre.

Que al escucharte sienta
que sigo aún en mí
o que, al menos, estuve
ciertamente conmigo.


Hay un poeta que se vale del mirlo para aprender la naturaleza.Se trata de Wallace Stevens (1879-1955) un compositor modernista de Estados Unidos, adscrito al vanguardismo, que pudo experimentar con sus ideas y en su poesía denotando el misterio en elementos cotidianos, en la historia,en la observación de la naturaleza y la participación contemplativa y reflexiva del yo poético. Un poema de estas características es Trece formas de mirar a un mirlo, en el que juega con el color, la dimensión y el vuelo de un ave que puede pasar desapercibida mientras no se modele por la poesía. Aquí están las trece miradas:

TRECE FORMAS DE MIRAR A UN MIRLO


I

ENTRE veinte montañas nevadas,
Solo se movía
El ojo del mirlo.

II

Oyera de tres opiniones,
Como un árbol
En el que hay tres mirlos.

III

El pájaro giraba con los vientos de otoño,
Era una pequeña parte de la pantomima.

IV

Un hombre y una mujer
Son uno
Un hombre y una mujer y un mirlo
Son uno.

V

No sé que preferir,
Si la belleza de los acentos
O la belleza de las insinuaciones;
El pájaro silbando
O lo que viene luego.



VI

Los cerriones llenaron la larga ventana
De vidrio barbárico.
La sombra del mirlo
Cruzó, adelante y atrás.
El capricho
Trazó en la sombra,
Un motivo indescifrable.

VII

¿Por qué pensáis en pájaros dorados,
hombres flacos de Haddan?
¿No veis cómo los mirlos
cruzan entre los pies
de vuestras mujeres?

VIII


Yo sé de acentos nobles
Y de lúcidos, inescapables ritmos;
Pero sé, también
Que el mirlo forma parte
De lo que sé.

IX

Cuando el mirlo voló más allá de mi vista,
Marcó el borde
De uno de los mucho círculos.

X

Contemplando a los mirlos
Volar en la luz verde
Incluso los impúdicos eufónicos
Gritarían muy alto.

XI

Rodó sobre Connecticut
En un coche de vidrio.
Una vez , le entró miedo
Al confundir
La sombra de su equipaje
Con mirlos.

XII

El río se mueve
El mirlo ha de estar volando.

XIII


Toda la tarde era ocaso
Nevaba
Y se iba hacia la nieve
El mirlo se sentó
En los brazos de un cedro.


http://www.leergratis.com/otros/trece-formas-de-mirar-a-un-mirlo-de-wallace-stevens.html

2 comentarios:

Siesp... dijo...

No sé por qué, el mirlo es el clásico pájaro que no es un ave. Es un pájaro. Es El Pájaro.

El resto son aves de distintas especies. Un Ñerbatu es otra cosa. Es poesía.

marcelino dijo...

Ye verdad. El mirlo es el no va más de la pajarería andante. Es el más cercano y mejor comunicador...Un pentagrama en el aire.¡¡Me he paso!!