viernes, 3 de abril de 2009

LOS LIBROS QUE NOS UNEN


Paseando por nuestro Oviedo llegué al llamado Campus del Milán. En la zona del Pumarín ovetense lo que antes fue cuartel del Milán y más antiguamente convento y monasterio me encontré con una escultura por mi no recordada: la obra de Eduardo Úrculo dedicada al profesor y académico Emilio Alarcos, el del estructuralismo gramatical y el estudioso de la fonética española y figura en todos estos terrenos y al que conocí como alumno en la Facultad de Filosofía allá por los años sesenta. La impresión que me produjo fue muy grata: la combinación de libros apilados culminados por el sombrero da al conjunto una expresión de unión del libro con la vida como si ambas cosas fueran partes de un mismo cuerpo: el hombre, el humanista... quizá en la persona del profesor Alarcos. Así entendí e interpreté la composición. El título LOS LIBROS QUE NOS UNEN es sugeridor de algo cierto: cuántos nos juntamos alrededor un libro, al comentarlo, criticarlo o discutirlo. Los libros nos socializan desde la escuela hasta la universidad y luego a lo largo de nuestras vidas. La hermosa escultura la mejoraría en cuanto a su ubicación: la colocaría más alta, no en la acera y sí a la altura del propio parque frente a las facultades o en el centro del propio campo universitario. Fue un gusto y un buen recuerdo el descubrirla.

5 comentarios:

Naranco dijo...

La escultura es muy buena. Lo que creo es que está mal aprovechada. El lugar la hace pasar desapercibida. Y es una pena. Habrá que decírselo al alcalde de la ciudad.

Siesp... dijo...

Marcelino, tu sensibilidad, cultura e inteligencia merecen ser disfrutadas por más personas. espero que te guste el post en el que te menciono como inspirador. A ver sí gracias a esto más gente puede llegar a conocerte. Seguro que sí. Gracias por tus post.
Un abrazo, "ciber - amigo"

Desde mi realidad dijo...

¡No recordaba esta escultura! Tal vez me pasó desapercibida hasta ahora, pero es ciertamente bonita y simbólica.
Respecto a los libros estamos de acuerdo, son unos gratos compañeros de viaje.

mariano santiso dijo...

Un gran hombre don Emilio

Velda Rae dijo...

Las esculturas de Úrculo son de lo mejor que en materia artístico-callejera hay en esta ciudad tan dada a los crominos y a las horteradas. Y coincido con los comentaristas anteriores en que está esquinada y perdida en un lugar en que casi nadie repara en ella. Qué pena.