martes, 23 de junio de 2009

LA RUTA RECREADA(IV)



Lijian significa Alejandría en chino.Es un lejano sinónimo de imperio romano. Según le contaban a Marcel Renard, Lijian fue llamado Jielu,es decir, "cautivos del asalto".En 1993, algunos arqueólogos identificaron murallas de la época romana en la supuesta ubicación de Lijian. Se rumoreaba que los habitantes de Zhelaizhai tenían el pelo rubio y los ojos azules y eran muy altos.Practicaban el culto al toro sagrado.Zhelaizhai era Lijian.Allí vivía un tal Luo Ying: era moreno y delicado, la tez sonrosada, las facciones afiladas y la naríz aguileña podría pertenecer al norte de Italia. Tenía el pelo rizado y bajo sus cejas arqueadas, unos ojos color de avellana.Comparados con los tersos rostros amarillos que rodeaban a Marcel marcaban una diferencia racial muy clara y distinta. Ying tenía un destartalado taxi de tres ruedas y se ofreció para llevar a Renard Marcel a Zhelaizhai, es decir, a Lijian.
Marcel se acercó a Yongchang y después de 150 kilómetros llegó a Zhangye, la cuna de Kublai Kan, templo con el Buda yacente más grande; allí también existían moldes de piedra para la impresión de caracteres de escritura: la primera imprenta que a través de la ruta recreada llegaría a Europa. En el taxi de Ying, Marcel recorrió pueblos y ciudades:hablaba con ancianos y mujeres y algunos le preguntaban si les llevaría con él de regreso a Inglaterra: ellos sabían que su origen y sus diferencias físicas les separaban de China y mientras las madres y abuelas rellenaban las tazas de té flojo,los padres, con bolsas en los ojos, con las manos arrugadas, a sus sesenta años, aquellos hombres eran ya ancianos y a Marcel le parecía que se sentían sobrantes desde hacía tiempo. La misma China se les escurría de las manos.

Cuando el tren tomó rumbo al oeste en dirección a Jiayuguan, acercándose lentamente a la entrada del corredor de Gansu, a las cumbres nevadas de los montes Qilian, que llevaban horas flotando inconexas en el cielo, aquellas comenzaron a aproximarse.Las laderas más cercanas estaban trenzadas por cursos secos de agua, bordeados por ralos matorrales...Así viajaba Marcel, en su vagón de tercera clase hacia el final de la Gran Muralla, hacia la Puerta de los Dolores que conduce al desierto, era la entrada o salida(destierro) de la gran China ancestral.Ahora, los kilómetros de tierras antaño vacías estaban plagados de fábricas y la fortaleza colindaba con un árido parque y un lago artificial.
ENLACE a Zhelaizhai
ENLACE La legión romana en el Gobi chino hace 2000 años.

3 comentarios:

Naranco dijo...

Esa ruta puede ser la ruta de la seda, la de Marco Polo que lo llevó a Catai. Si así es refleja una riqueza de datos enormes pues en ella pueblos de Europa, Asia Menor y Oriente Medio y el lejano Oriente a lo largo de los siglos realizaron intercambios de todo tipo: comerciales, políticos, de conquista y derrota, de ocupación y de retirada.

Andrés del Puente dijo...

Viajar es disfrutar. A través de cualquier medio: de la imaginación, de un blog o de un libro. Viajar es no solo recrearse:es vivir.

Equispetrece dijo...

Es asombroso ver como en los países se conservan con el paso del tiempo huellas de otros pueblos. Se ve que esa ruta debía de unir oriente con occidente. Después de todo ni en la Antigüedad las distancias eran insalvables. No me extraña con los recursos actuales que las distancias no existan. Nuestro planeta no es que se globalize es que ya es un pañuelo.