miércoles, 10 de junio de 2009

EL CINE DE PROPAGANDA


CINE DE PROPAGANDA

Consecuencia del post anterior del Pato Donald derivo hacia el papel del cine de propaganda. El corto de Donald satirizando el régimen nazi es uno de los casos de utilización del cine como herramienta política. Pero no el único. Sin excepción, todos los grandes productores de películas del mundo han realizado filmes de propaganda, y quienes se han destacado han sido los países dominados por regímenes totalitarios, tales como el nazismo, el fascismo o el comunismo, y por que no, el capitalismo.

Un caso famoso fue el de Leni Riefenstahl, nacida en 1902 en Berlín, que en los años treinta realizó filmes favorables al Führer como El triunfo de una voluntad-1936 y la Olimpiada-1936. Las películas, independientemente de su ideología, técnicamente son magníficas, pero en los libros de historia quedan relegadas. En el cine italiano hay películas como Escipión-1937 que ensalza a la vez al Imperio Romano y al Duce. En Rusia recordar a Einsenstein con obras maestras como El acorazado Potemkin-1925 y Octubre-1926.
Como se indica en Quinta Dimensiòn “El esfuerzo bélico de la I (1914-18) y II Guerra Mundial (1939-45) fue siempre acompañado de películas norteamericanas con elementos propagandísticos.Es común encontrar títulos de películas norteamericanas del período 1917-18 (que fue el período efectivo en que los EE.UU. participaron de la Guerra) en los que se hace referencia al Kaiser como al peor de los seres abyectos sobre la Tierra
Casi veinte años después, en los umbrales de la II conflagración, se adoptó una postura no agresiva, pero sí antipática, hacia los países del Eje (Alemania, Japón, Italia), especialmente para solidarizarse con Gran Bretaña. Con la entrada en Guerra de los EE.UU. en 1941 (nuevamente tarde, para no perder la costumbre), Hollywood adopta una postura 100 % agresiva, y hasta 1945 en todas las películas que se producen, los personajes malvados tienen apellido alemán, y siempre se glorifican los valores de la democracia frente al totalitarismo, incluso se llegó a alabar a los soviéticos (aliados a los EE.UU. hata el final de la Guerra).
Alfred Hitchcok (1899-1980) realizó ">LIFEBOAT (Ocho a la Deriva-1944), que consistió un ambigüo y brillante mensaje en favor de las democracias. Otros directores realizaron sus propias películas sobre el tema de la Guerra, como Frank Capra que se dedicó a realizar una serie de documentales bélicos muy valiosos. Y Walt Disney, que era considerado un "genio" desde 1935, produjo uno de los más excelentes pequeños ejemplos que una películas propagandística, también puede ser una obra maestra.

El corto que nos ocupa, titulado DER FUEHRER FACE (1943), se tituló en un principio DONALD DUCK IN NUTZILAND (un juego de palabras entre nazi y nut, bobo, opa), pero luego se cambió en virtud a la popularidad alcanzada por el tema musical Der Fuehrer Face. Estrenado el 1º de enero del '43, el corto estaba protagonizado por el Pato Donald, un personaje de los más importantes creados por Disney (me atrevería a decir que tiene más simpatías que el Ratón Mickey);


fueron 7 minutos y fracción, pero fueron suficientes para que la Academia de Hollywood lo premiara como mejor cortometraje. Ciertamente la película debió ser grandemente popular durante esa época, no solo por la satírica visión de la Alemania nazi, sino también por que es realmente divertida.”

1 comentario:

Siesp... dijo...

El cine de propaganda siempre tuvo éxito. Con pros o con contras, siempre agradaría a algún bando. Lo que sucede es que Hollywood atravesó una fuerte represión de corte fascista en los 50. Quizá fuera por eso que en España tuvieran tanta repercusión los John Wayne, Gary Cooper o Elia Kazan... hasta que otra clase de gente sin escrúpulos se dedicó en los años 60 a descubrir lo "rentable" que resultaría la publicidad subliminal (ejempo, meter un fotograma entre cada diez de una botella de coca cola en las películas, o la foto de un candidato político)

Hoy, con películas como Independence Day nos "preparan" para tragarnos invasiones como la de Iraq, y otras cosas peores.

Pero siempre nos quedará "Memorias de África" o "Casablanca".

Un abrazo.