jueves, 26 de enero de 2012

¿SOY UNA BACTERIA?


Hasta ahora tenía la idea de que mi cuerpo estaba formado por billones de células de distinto tipo y especializadas: unas eran nerviosas, otras eran células sanguíneas, otras formaban el tejido óseo o el cartilaginoso,etc. Pero esto no es así: según explica el doctor Francisco Guarner, responsable del grupo de Fisiología y Fisiopatología Digestiva del Vall d`Hebrón, el proyecto Genoma Humano secuenció la información genética contenida en el 10% de las células que forman el cuerpo humano y el 90% restante no son células humanas sino un auténtico ecosistema de unos cien billones de bacterias que habitan en nuestro cuerpo y reciben el nombre de microbioma el cual se considera ya un órgano en sí mismo.

Las alteraciones que se producen en esta población de microorganismos, en el microbioma, tienen serias consecuencias para la salud; de hecho influyen hasta tal punto en el cuerpo que pueden llegar a modificar la conducta y el desarrollo cerebral.

Se estudia por tanto la influencia de este microbioma de nuestro cuerpo en las reacciones intestinales, en enfermedades como el Crohn, en la flora intestinal y la generación de vitaminas y aminoácidos esenciales para la supervivencia del cuerpo humano así como el estímulo del sistema inmunitario.

Resulta que de momento parece confirmarse que mi cuerpo está formado por un 90 % de microbioma cuyo comportamiento puede condicionar el funcionamiento de todo mi organismo de tal manera que esa “gran bacteria” es como el “ecosistema” de ese otro 10% restante de células…Mi cuerpo como el tuyo en realidad es una gran bacteria.

Los investigadores han descubierto, por ejemplo, que es posible que los seres humanos puedan clasificarse, además de por grupo sanguíneo, sexo y edad, según sus bacterias o microbioma. Los científicos de MetaHIT (un proyecto que quiere descifrar los genes de los microbios que colonizan nuestros cuerpo) analizaron la flora intestinal de casi 200 personas de seis nacionalidades distintas y descubrieron que todas ellas se podían agrupar en tres tipos bien diferenciados.

Este descubrimiento puede tener una gran repercusión en medicina puesto que, según explica el genetista Mani Arumugam, primer investigador de estos resultados, "la flora intestinal interactúa directamente con los fármacos y los alimentos que tomamos y modula su absorción"; así que Arumugam cree que, en un futuro, se podrían "diseñar dietas y fármacos personalizados" en función del tipo bacteriano al que pertenezca cada persona.

En realidad estos dos kilos de microorganismos que forman el microbioma dentro de cada uno de nosotros, son “ billones de bacterias reproduciéndose en nuestro interior, seleccionándose sin cesar. Y participando con nosotros: facilitándonos la digestión, ayudándonos en nuestras defensas, pero también generando resistencias, enviándonos al dentista, influyendo en nuestra talla de pantalón. Y todo esto parece ser solo la punta del iceberg. Sin embargo, por más que cerremos los ojos somos incapaces de reparar en ellas. Ahora nos dicen que algunas pueden también vivir con arsénico y, sin apenas contrastarlo, pensamos ya en posibles vidas extraterrestres. Con la de cosas pendientes que tenemos por aquí.”

ENLACES:

NOTA: En esto es en lo que habría que invertir y no en” juguetes de guerra”.

LA BACTERIA HUMANA

MICROBIOMA

90% procariota

2 comentarios:

Naranco dijo...

¡Qué interesante! Desde luego los caminos de la investigación en medicina puede dar al hombre muchas satisfacciones. ¿Cuándo nos daremos cuenta que la investigación necesita del mayor de los apoyos? Menos subvenciones a los deportes profesionales y más a los pioneros de la ciencia.

Felix el gato dijo...

El microbioma puede ser una verdadera revolución y la solución para muchas enfermedades. Adelante.