martes, 29 de diciembre de 2009

LA CONFERENCIA




Local de prensa de La Nueva España. Lunes, a las veinte horas. Conferencia de Enrique Moradiellos, nacido en Oviedo, escritor y catedrático de Historia en la Universidad de Extremadura.Nos presenta a un salón abarrotado y el tema de su disertación es:"Antisemitismo y Judeofobia: los orígenes del Holocausto". Organizado por Tribuna Ciudadana.
Diferenció el antisemitismo de la judeofobia. Ésta surge en la Antigüedad cuando los judíos no aceptan El Mesías como Dios y se desmarcan del Cristo y de la corriente de Pablo de Tarso. Quedan los judíos así diferenciados y esta distancia se convierte en mala opinión y persecución posterior cuando con Constantino el cristianismo se hace religión oficial de Roma. Esta situación obliga a los judíos a diferenciarse y buscarse la vida por todos los países de la Europa mediterránea. Se dedican al interés, al comercio,actividades no muy populares o que producían peligrosa competencia, se asocian formando agrupaciones en los distintos países y en las ciudades en las que se asientan y así durante la Edad Media y Moderna siendo expulsados por su impopularidad en Inglaterra primero y en España más tarde. Posteriormente fueron acogidos en los algunos países y dada su influencia se les admitía si se convertían al cristianismo o cumplían otras condiciones. Pero en toda esta singladura histórica los judíos eran de un modo u otro diferenciados y no muy bien vistos ni en las ciudades-por ser especuladores del dinero y usureros- ni en el campo por los propietarios ni por los siervos. Así se formó la Judeofobia: se les obligaba a vestirse diferentes y se resaltaba de ellos la diferencias físicas y se les excluía en un barrio de la ciudad. Luego se pasó a la diferenciación craneal y la consideración de raza diferente y explotadora: ya estamos en el siglo XIX y caminamos a la formación del Antisemitismo:este ya tiene un carácter racista, biológico-naturalista.

En opinión de Moradiellos, el rechazo xenófobo contra los practicantes de la religión judía surgió pues en la Antigüedad Clásica y la Edad Media. Es lo que denomina «judeofobia» de matriz religiosa y cultural. Se trata de un prejuicio que se expandió durante el siglo XIX, de forma paulatina y continua,hasta aparecer bajo un nuevo formato: el racista, el llamado «antisemitismo» biológico-naturalista.
«La semilla de la barbarie. Antisemitismo y holocausto», es el título del libro en el cual el conferenciante desarrolla el tema.Libro que ahora tengo en mis manos y que estoy leyendo con interés.
Volviendo a la conferencia, también desarrolló el tema del Holocausto a partir de esas dos corrientes sucesivas: el Antisemitismo y la Judeofobia.Explicó el Holocausto como "un vasto programa de exterminio biológico sistemático de la población judía europea que las autoridades nazis alemanas del Tercer Reich pusieron en marcha al compás de la Segunda Guerra Mundial entre los años 1939 y 1945.
La vieja xenofobia antijudía y el renovado racismo antisemita fueron la fuerza motriz del Holocausto y sin aquellas semillas nunca habría florecido esta barbarie. Así lo revela el análisis de la secuencia histórica que vincula el mero prejuicio informal con el pogromo violento tolerado y con su derivación final en forma de genocidio planificado."
Más que interesante fue el coloquio final en el que se plantearon cuestiones como la relación de la iglesia con el holocausto, la actitud de Pío XII, la postura de la España de la época, etc, etc.
Antisemitismo, Judeofobia, Iglesia y Holocausto...temas para no olvidar si no queremos que se repitan.Si queremos la paz conozcamos nuestra historia.



NOTA:Una emocionante historia.Aunque aquí vale más la imagen que mil palabras.
"Sobre el niño de la conocida fotografia, lo poco que sé, porque lo leí hace muchos años, es que era polaco y el momento de la fotografía estaba tomado en el gueto de Varsovia poco antes de mandarlos al campo de exterminio.
Un saludo.Ignatius"

8 comentarios:

Desde mi realidad dijo...

Es un tema escalofriante, pero que no puede caer en el olvido o dejarlo pasar por alto. Ante tales sucesos, no se puede mirar hacia otro lado. Nunca.

Siesp... dijo...

Una conferencia en toda regla. Sabes que estos temas me gustan por lo que tienen de "emoción histórica". Las barbaridades de la humanidad han sido graves a lo largo del tiempo, pero hoy disponemos del conocimiento y libertad suficientes para evitar repetir unos hechos horribles.

¿Te das cuenta cómo, en nombre de la religión, se cometen verdaderos genocidios?

Y ya lo que nos faltaba, la "transición" al odio "biológico" o racial. Esperemos que gentuza como Pío Moa o los fascistas de turno no calen más de lo que lo hacen en una sociedad libre de prejuicios hacia la que deberíamos dirigirnos de no ser por los ensotanados y los canallas.
Un abrazo.

marcelino dijo...

Aida:La prueba es que la conferencia estaba a tope y la atención y participación en el coloquio final fue masiva y con intervenciones muy interesantes tanto en las preguntas como en las respuestas. Hasta otra.

marcelino dijo...

Está claro que la religión ha sido a lo largo de la historia un problema y aún hoy continúa siéndolo. Y el quid está en que no nos damos cuenta: se mantienen los errores y aparecen otros nuevos...Hasta otra.

marcelino dijo...

El comentario...Está claro, va dirigido a Siesp.

Rubén dijo...

Hay que mantener el recuerdo de estas atrocidades, porque ocurrieron realmente y no deberían repetirse.
Cuanta envidia hay detrás del antisemitismo. Pienso que muchas veces los cristianos han odiado a los judíos precisamente por su capacidad de sobrevivir en la adversidad, de emprender negocios y aventuras, de conservar su idiosincrasia y cultura en tantos países distintos. Son un verdadero ejemplo para nosotros.
Y no está más recordar que en Oviedo hubo un rincón para los judíos que, si no recuerdo mal, estaba en los aledaños del convento de Santa Clara (actual delegación de Hacienda).
Cambiando de tema, quiero agradecerte el comentario sobre la "Casa pintada de Talavera". Es cierto que en Oviedo también se cometieron barbaridades en aras del progreso, recuerdo aquel lema de Juan Cueto en uno de sus libros: "Oviedo la bien derribada". Hoy, gracias a la señora piqueta, nos faltan el monasterio de la Vega, el convento de Santa Clara (salvo el claustro), el viejo San Juan, el viejo San Isidoro, las casas porticadas de la catedral, San Francisco, el castillo - fortaleza, la torre de la Gascona, el palacete de Concha Heres, el acueducto de Los Pilares y paro ya de contar porque empiezo a marearme.
Disculpa la extensión de la nota.
Feliz Año.

marcelino dijo...

Vázquez74.Sí es cierto, el asentamiento judío en Oviedo tengo entendido que estaba en el espacio donde está el actual carbayón, al lado del teatro Campoamor. Se agradece la extensión de los comentarios. Los judíos fueron ejemplo de laboriosidad e ingenio...Un saludo

Anónimo dijo...

Un tema mil veces escrito, y siempre provoca esa sensación de que los humanos tenemos un punto de maldad inalcanzable para otras especies… Aprovecho para recomendar el primer libro en que se escribió la existencia de esos campos de exterminio (Vida y destino de Vasili Grossman)