lunes, 23 de noviembre de 2009

EVOLUCIÓN Y RELIGIÓN


Está claro que los creacionistas están en contra de la evolución. Yo me he preguntado muchas veces cual es la causa. Y la respuesta puede ser de varios tipos: en primer lugar la mayoría de la sociedad occidental está basada en un fenómeno como el cristianismo que partiendo de la no segura figura histórica de Jesús y a partir del amigo Saulo creó un cuerpo de doctrina que los romanos, en concreto el emperador de Roma Constantino, convirtieron sabiamente en religión oficial del imperio. Y ahí empezó el imperio de la religión y moral católica. Si miramos en la historia de nuestro país vemos que desde su origen-si lo situamos en la llamada Reconquista sobre todo- hasta casi ayer los hechos y los nombres se hacen todos cristianos: los reyes san católicos, o santos o ceremoniosos o por la gracia de dios,etc,etc...Las costumbres sociales y los ritos están todos concretados en etapas religiosas: nacimiento, crecimiento,muerte tienen su correspondiente acto litúrgico que es a la vez social...Y si vamos a la enseñanza la educación es un proceso no de creación en el alumno de un razonamiento crítico o analítico y sí de la adquisición de ideas fijas o de posiciones inmovilistas. Se busca lo seguro, se tiene miedo a la incertidumbre;el pensamiento tiene que estar basado en lo obvio o supuesto como fijo.La duda da miedo...Y así toda la actividad humana y social actual está concretada en liturgia: bautizar, comulgar,extremaunción,enterramiento y funeral. El racionalismo, la evolución y sus consecuencias sólo aparecen en el curriculum no como una forma de pensamiento o de interpretar la realidad sino como un tema dentro de ciencias junto a otros veinte o treinta diferentes.
He encontrado un blog-La revolución naturalista- que trata muy bien esta cuestión y que a continuación reproduzco:


Por qué no "creen" en la evolución
Casi un tercio de los españoles no cree que la tierra gire alrededor del sol, y un poco menos no cree que los seres humanos desciendan de especies anteriores. Los datos son preocupantes, pero aún están algo lejos de naciones ampliamente negacionistas por lo que se refiere a la aceptación pública de la ciencia, como Turquía, o los Estados Unidos, donde encuestas elaboradas en los ultimos 30 años revelan que entre el 43 y el 47% de los ciudadanos rechazan la teoría de la evolución por selección natural.

A pesar de los fastos y eventos mundiales por el 150 aniversario de la publicación de El origen de las especies, los expertos denuncian que el creacionismo está en auge también en Europa. El penúltimo toque de atención lo ha dado James D. Williams, desde la universidad de Sussex, Gran Bretaña.

En su libro Rompiendo el hechizo, Daniel Dennett ya advertía que incluso las personas más inteligentes pueden llegar a sostener creencias flagrantemente erróneas mientras sean avaladas por las autoridades de sus comunidades. La gente inteligente puede ser creacionista especialmente si ha sido expuesta por presiones educativas tempranas, reforzadas más tarde por el apego social a esposas, amistades y asociaciones.

El adoctrinamiento creacionista juega además con una ventaja importante: el esencialismo (la creencia en en que las especies poseen esencias permanentes) arraiga en la naturaleza humana. Parece que los niños entre 8 y 10 años desarrollan de forma independientes ideas "creacionistas" sobre el origen de las especies, incluso cuando no han sido expuestos a una educación particularmente religiosa. Este esencialismo ingenuo puede ser muy resistente a las críticas especialmente cuando es respaldado por las autoridades educativas, tal como recuerda Williams.

El adoctrinamiento pseudocientífico en las escuelas no tiene nada que ver con la "libertad" de los padres o de las comunidades religiosas. Tampoco puede ser tratado como una "visión del mundo" respetable, sino simplemente como una concepción errónea y una irresponsabilidad pedagógica que obstaculiza gravemente el desarrollo del juicio crítico en los niños. "Enseñar la controversia" no es libertad, sino abuso infantil.


Preocupantes, los datos. Como dice un comentario habría que tener en cuenta la didáctica de las ciencias. Se enseñan como un catecismo laico y como un conjunto de proposiciones que hay que acordarse de memoria. Sin una referencia al método quedando la creencia reducida a otra creencia sujeta más bien a un criterio de autoridad y no de contrastación empírica.
Los datos de la encuesta es desalentadora en cuanto que los universitarios parece que ignoran la ciencia y queda como positivo que con la edad y el paso de los años el porcentaje de creyentes disminuye y se ve como más racional y lógico la ciencia que la creencia. Como creo que debe ser mi caso.

2 comentarios:

Equipo de Bitácora (M-L) dijo...

La magnificencia del genio de Darwin es tal que es el único que ha sido capaz de explicar la existencia de cada sujeto, de cada ser vivo, y dado que no requiere de la intervención de un creador sino de cambios a pequeña escala, ha sido condenada por todas las doctrinas religiosas…

Siesp... dijo...

Los profesionales de la religión tienen que "creer" (yo sé que no creen pero lo fingen muy bien) en la creación. La única manera de dominar a una comunidad es hacerla creer en seres imaginarios que ellos, los curas, interpretan en exclusiva. Por eso jamás existirá una contradicción entre lo que diga un cura y lo que dice la "teoría" creacionista. El día que una persona llega a creer en la creación ya está perdida para el razonamiento. Ya es presa de los ensotanados. Ya es un pelele que no piensa por él mismo sino que le dan todo ya pensado.

Saludiños.