viernes, 16 de diciembre de 2011

UN ADIÓS PARA LOS ASTRONAUTAS


Es el título de una cuaderna muy interesante que estoy leyendo después de haber constatado la triste realidad que refleja la conferencia de Durban incapaz de editar una segunda versión del Tratado de Kioto. La ecología y el medio ambiente y el hombre es el contenido de esta cuaderna.
Jorge Riechmann nos remite a unas ideas muy interesantes: son las que se expone en el prólogo de una de las obras de los clásicos de la filosofía del siglo XX: La condición humana de Hannah Arendt.
Nos dice H. Arendt que los esfuerzos de numerosos científicos se están encaminando a producir vida también ‘artificial’, a cortar el último lazo que sitúa al hombre entre los hijos de la naturaleza. El mismo deseo de escapar de la ‘prisión de la Tierra’ se manifiesta en el intento de crear vida en el tubo de ensayo (...); y sospecha que dicho deseo de escapar de la condición humana subraya también la esperanza de prolongar la vida humana más allá del límite de los cien años.

Este hombre futuro—que los científicos fabricarán antes de un siglo, según afirmanparece estar poseído por una rebelión contra la existencia humana tal y como se nos ha dado, gratuito don que no procede de ninguna parte (materialmente hablando), que desea cambiar, por decirlo así, por algo hecho por él mismo.

Jorge Riechmann considera que la reflexión de Arendt es perfectamente actual. Las capacidades tecnocientíficas permiten hoy modificar el genoma de los organismos vivos, prologar la vida humana, destruir a todos los organismos superiores de la biosfera, o intentar escapar de la “prisión de la Tierra”: se trata de opciones abiertas ante nosotros.Y se trata de opciones político-morales que atañen al destino del ser humano y de la biosfera, y no de opciones técnicas.
En este ensayo-UN ADIÓS PARA LOS ASTRONAUTAS- J.Riechmann intenta mostrar que uno no puede ser un productivista consecuente si no está dispuesto a tratar la Tierra como
un planeta desechable, y la biosfera como un producto de usar y tirar, para emprender a continuación la fuga al cosmos.Y también mostraré-nos dice-que esta huida al cosmos se inscribe en un movimiento antropófugo más amplio y complejo, un movimiento de huida de la condición humana contra el que —es mi tesis— hemos de resistir.

Todo el libro o cuaderna viene a decirnos que esa huída del hombre de su naturaleza es una escapada de sí mismo. El mismo Riechmann en otro artículo-¿Así que aún no somos humanos?- incluye una una cita de Manuel Sacristán que resume todo el problema así:"La negativa a aceptar que los hombres son lo que son y como son, y que ya con lo que son y como son hay bastante para luchar contra tiranías y aberraciones, es la base de todas las memeces y todos los desvaríos de los ideólogos progresistas."


ENLACES:
¿ASÍ QUE AÚN NO SOMOS HUMANOS?
Jorge Riechmann

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