lunes, 2 de enero de 2017

2017: FALTA MENOS PARA 2100.SEREMOS AMORTALES.

Si falta menos. Son 83 años que nosotros no veremos o quizá sí...De todos modos esos años no son nada en el tiempo cósmico. Pero sí puede ser una fuente de esperanza y de hecho lo son. Si consideramos el progreso humano en biología y bioquímica en el mundo actual...
La clave está en la muerte. La consideración de la muerte como algo que condiciona nuestra vida en perspectiva a lo que ocurrirá después de la muerte o pensar la vida como prorrogable o vencedora de la muerte. Nuestro organismo llega a la muerte por fallos "mecánicos": falla el corazón, o los pulmones o el hígado...pero hoy ya somos de hacer cosas impensables ayer: trasplantamos corazones, se trasplantan los pulmones, el cáncer de hígado o pulmón puede ser controlado o evitado, las enfermedades bacterianas son controladas y erradicas prácticamente... Con el avance de la nanotecnología podemos ya introducir en nuestro organismos "bacterias artificiales" que nos limpien las arterias...En el siglo XXI es probable que los hombres se acerquen a la inmortalidad? Luchar contra la vejez y la muerte no será otra forma de lucha que la que hasta hoy establecemos contra el hambre y la enfermedad? 

"Todo el mundo nos recuerda que la vida es lo más sagrado del universo,el valor fundamental de la humanidad según la Declaración de los Derechos Humanos.
En la historia  las ideologías y las distintas religiones hacían sagrado el más allá de la existencia terrenal. Y fueron muy tolerantes con la muerte: el sentido de esta vida dependía siempre del más allá, de lo que hay detrá de la muerte y eso tanto el cristianismo como el islamismo o el hinduísmo y la muerte era una parte vital y positiva del mundo. Como nos dice Yuval Noah Harari imáginese el cristianismo, el islamismo o el hinduísmo en un mundo sin la muerte..., que es también un mundo sin cielo, infierno o reencarnación".
Ahí va: " La ciencia y la cultura modernas  difieren totalmente en su opinión sobre la vida y la muerte. No piensan en la muerte como un misterio metafísico, y desde luego no consideran que sea el origen del sentido de la vida Más bien, para las personas modernas, la muerte es un problema técnico que podemos y deberíamos resolver".
En realidad los humanos no morimos por que un Dios así lo mande o por que la muerte sea parte de un plan cósmico. Los humanos siempre mueren por algún fallo técnico. El corazón deja de bombear, células cancerosas que llenan el hígado, gérmenes en los pulmones...Todo esto no es metafísica y sí son temas técnicos. Y la muerte otro tema técnico.
Los médicos y los científicos y estudiosos-bien es cierto que solo aún una minoría creciente- ya hablan más abiertamente que la principal empresa de la vida moderna es derrotar a la muerte y garantizar a los humanos la eterna juventud... 
Como nos dice Harari en su libro Homo Deus "el vertiginoso desarrollo de ámbitos tales como la ingeniería genética, la medicina regenerativa y la nanotecnología fomenta profecías cada vez más optimistas. Algunos expertos creen que los humanos vencerán a la muerte hacia 2200, otros dicen que lo harán en 2100."
El gerontólogo Aubrey de Grey y el inventor Ray Kurzweil afirman que en el año 2050 cualquiera que tenga un cuerpo sano y una buena cuenta bancaria tendrá una alta probabilidad de la alcanzar la inmortalidad y de engañar a la muerte una década tras otra. Según estos señores cada diez años entraríamos en la clínica y recibiríamos un tratamiento de renovación que no solo curaría enfermedades y regeneraría nuestros tejidos de manos, ojos y cerebro. Pero, además, antes de que toque realizar el siguiente tratamiento los médicos habrán inventado nuevos medicamentos y tratamientos y artilugios por lo cual podemos afirmar que siendo la cosa así quizá estemos paseando sin saberlo al lado de algunos inmortales por Wall Street o la Quinta Avenida o La Cibeles o Puerta de Alcalá...En realidad esos seres serán amortales, en lugar de inmortales. A diferencia de Dios, los superhumanos futuros podrán morir todavía en alguna guerra o accidente, y nada podrá hacerlos volver al inframundo. Sin embargo, a diferencia de nosotros, los mortales, su vida no tendrá fecha de caducidad Mientras no los despedace una bomba o los atropelle un camión, podrán seguir viviendo de forma indefinida. Lo que probablemente los convertirá en las personas más ansiosas de la historia.Los que somos mortales ponemos en riesgo nuestra vida casi a diario, por que sabemos que ésta terminará. Pero si uno se cree que puede vivir eternamente, estaría loco para jugarse la eternidad en una caminata al Himalaya, nadando junto al mar, cruzar la calle o comer fuera de casa..."
Este análisis nos puede parecer excesivo pero como dice el autor Harari "volviendo a la realidad, no es en absoluto seguro que las profecías de Kurzweil y De Grey se hagan realidad en 2050 o 2100. En mi opinión, las esperanzas de juventud eterna en el siglo XXI son prematuras y a quien se las tome demasiado en serio le espera un amargo desengaño, No es fácil vivir sabiendo que vas a morir, pero es aún más duro creer en la inmortalidad y descubrir que está equivocado."
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