sábado, 19 de noviembre de 2011

VOTAR:¿PARA QUÉ?


Todos sabemos cómo está la cuestión enconómica y política. La economía no va. Ni en España, ni en Grecia, Italia, Portugal,etc. Todos en mayor o menor grado tienen problemas con las deudas y los intereses que hay que pagar para obtener dinero para mantener el estado actual de bienestar que se está convirtiendo en estado de malestar.
Pues con toda esta panorámica se nos viene encima otras elecciones. Los partidos ahí están peleándose. Los políticos siembran el país-teatros,polideportivos,plazas,etc- de mensajes, discursos y argumentos en los cuales prometen que van arreglar y salir del túnel de una forma o de otra. Como decía aquel profesor-también político-los programas electorales se hacen para no cumplirse, es decir, para no hacerse. Y la experiencia a lo largo de cuarenta años de democracia más bien le da la razón.

Decía que con esta panorámica general nos encontramos con informaciones diversas:por la derecha se observa que Rajoy está virando, es decir, lo que antes achacaba a la gobernanza de Zapatero resulta que ahora son dificultades generales y difíciles de la presión de los mercados. Ahora ya ve que la cuestión no es Zapatero y los socialistas y sí algo más. Como dice la revista El Economista :"Los acontecimientos del día de ayer, con una rentabilidad de los bonos a 10 años españoles que superó en la subasta del Tesoro el 7% y una prima de riesgo que llegó a rozar los 500 puntos, han provocado que el mundo económico haga una petición casi unánime: el partido que gane el próximo domingo tiene que tomar decisiones el mismo lunes día 21 de noviembre, el día siguiente a las votaciones y con los resultados ya conocidos. España, ante el reto de alejarse del riesgo a tres días de las elecciones.
Ganar por mayoría absoluta, el vaticinio de los sondeos, ya no sirve de nada sin un mensaje claro.
Académicos, analistas y economistas creen que la situación ha llegado a tal extremo que no hay tiempo para el traspaso de poderes ni para cumplir, paso por paso, los trámites de un cambio de Gobierno. Los expertos consultados por elEconomista opinan que los mercados están mandando a España el siguiente mensaje: toma medidas en cuestión de días o el siguiente en caer eres tú porque ya has perdido mucho tiempo."

Por el otro lado-izquierda/centro/centro- Rubalcaba muestra, como antiguo atleta de fondo, su pelea en la medida de resistir a los ataques que la crisis realiza a las conquistas sociales y reconoce su dependencia de los mercados cuando dice que se trasladará a Bruxellas a pedir una prórroga para dar tiempo a gestionar la transición a un periodo de menos agresividad de los tipos de interés por la deuda para luego intenta invertir y sacar el empleo a través de la obra pública y motivación a las medianas empresas y autónomos creadores de empleo...
Pero todo esto no creo que sea suficiente para calmar a los mercados.
Los mercados y los inversores no funcionan democráticamente. No tienen en cuenta la voluntad popular, ni las ideologías...no necesitan nada de eso. Solo el parquet en el que realizan sus compras y ventas según convenga a sus intereses PARTICULARES pero, nunca, nunca, los generales. La situación a mi modo de ver no depende de los partidos ni de las urnas. Gane cualquiera de los dos grandes el gobierno que se forme tendrá que atender a criterios económicos, criterios de política general europea y hasta si me apuran criterios de geopolítica que no sé si actualmente tienen vigencia o no pero que están ahí: la necesidad de controlar el mundo de la energía, la necesidad de controlar el comercio de materias primas, los alimentos, el papel de las multinacionales...suponen un manejo de hilos que no están en manos de los gobiernos nacionales o al menos eso parece indicarnos la situación actual.
Por otra parte los partidos menores-en cuanto a número de escaños pero respetables como los demás en sus planteamientos y programas- aún ven reducida su representatidad por una ley electoral marginadora dónde sólo las mayorías tienen posibilidad de gobernar. Menos mal que estos pueden en estas circunstancias recoger mucho voto desencantado, mucha desilusión y aumentar su número de escaños con lo cual pueden ser decisivos en caso de no existir mayoría absoluta.
Pero, repito, creo que la coyuntura actual supone en todo momento una actitud que puede que vaya en contra de la voluntad popular.
Lo que pide la vox populi va mas por otros derroteros. Y está en línea de los movimientos tipo Puerta Sol. Y esto claro es más difícil. Puesto que supone un planteamiento de otro tipo de democracia. O de una democracia de tal transparencia y apoyo a las voluntades populares que obliga a un desajuste con la actual partitocracia y por tanto una ruptura y quizá plantee una segunda transición que con las condiciones sociales actuales podría ser arriesgada...
En fin que la economía y la política están situadas en dos campos distintos. Quién controle a quién es aquí la verdadera lucha. Los políticos,si se unieran a nivel europeo y realizaran la presión suficiente, podrían,quizá,ordenar el mercado financiero pero éste es mucho más peligroso y tiene "la sartén por el mango", es decir, tiene los recursos. Ante esto, me pregunto: ¿Tiene alguna eficacia el votar?
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