Increíble pero cierto. Para subir a sus casas o domicilios deben patear 400 escalones. Sin ascensores ni montacargas, cada día, unas cuantas veces,jóvenes, pensionistas y mediopensionistas, con ganas y sin ellas, de día o de noche, según sea necesario; para ir al cine, para visitar al médico... ¿ y subir enseres, muebles o la bolsa de la compra..? Pero te lo imaginas.
Cada día los vecinos de La Matula tienen que subir unas empinadas escaleras para ir a sus casas. Desde que se construyó el barrio, hace cerca de cuatro décadas, llevan pidiendo que se mejore la accesibilidad a través de una carretera por la parte alta del barrio. Ninguno de los gobiernos municipales de Las Palmas de Gran Canaria ha atendido su petición.
Los vecinos de La Matula se lo toman con resignación. "Es como subir a pie un edificio de 10 plantas. Ya estoy acostumbrado. Ni me quejo de la escalera", asegura Matías del Toro, que lleva viviendo en el barrio más de 20 años. "La vas subiendo al golpito. Mis hijos la suben más rápido, pero yo no puedo".
Juan Enrique Santana, con 87 años, fue uno de los primeros que se fue a vivir a esta zona, ubicada entre San Roque y Lomo Verdejo. Estuvo 20 años en la parte alta, a la que accedía a través de 215 de los 400 escalones (exactamente son 426, según los vecinos), pero optó por comprarse una vivienda más cerca de la carretera para "subir menos escalones", explica. "Compré a 20 duros el metro".
Los vecinos consideran que hay suficiente espacio en la parte alta para hacer una carretera que, a su entender, no costaría demasiado dinero. "Cuatro décadas llevamos pidiendo la carretera. Cuatro décadas. Se lo hemos pedido a todos los alcaldes, hemos protestado... Pero nada", apunta Inocencia Espino, una de las más veteranas de La Matula. "Mi marido, en paz descanse, decía que se iba a morir sin ver la carretera y así fue".
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