El 12 de abril de 1981 la NASA inauguró, con el lanzamiento del Columbia, la “Era del Transbordador Espacial”. Este programa, denominado oficialmente Space Transport System (STS) y conocido por el gran público como “Space Shuttle” (“Lanzadera Espacial”), tenía como objetivo construir una serie de naves espaciales reutilizables, que fuesen capaces de poner satélites en órbita, recuperarlos y transportar al espacio los elementos necesarios para construir una estación espacial. El proyecto tiene sus raíces en la década de 1960, cuando la agencia comenzó a delinear una serie de proyectos destinados a reemplazar los sistemas de uso único como el Proyecto Mercury, el Proyecto Gemini y el mismísimo Programa Apollo. Oficialmente, el desarrollo de los transbordadores comenzó el 5 de enero de 1972, con un anuncio hecho por el entonces presidente Richard Nixon. En poco tiempo estuvo listo el primer orbitador, al que la NASA llamó “Constitution”. Sin embargo, los fanáticos de Star Trek iniciaron un masivo envío de cartas a la agencia y lograron que se le cambiase en nombre por “Enterprise”.
Éste es el último lanzamiento de esta serie.
El primer vehículo en ser completado fue el Columbia, lanzado al espacio el 12 de abril de 1981. En Julio del año siguiente, le tocó el turno al Challenger, en noviembre de 1983 tuvo lugar el primer lanzamiento del Discovery, y finalmente -en abril de 1985- se lanzó el Atlantis, completando la flota de cuatro vehículos reutilizables. En 1986 el Challenger explotó poco después de su lanzamiento, y para reemplazarlo se construyó el Endeavour, que comenzó a volar en mayo de 1991. El 1 de febrero de 2003 el Columbia se desintegró en el cielo durante la misión STS-107, cuando realizaba el reingreso a la atmósfera, pero dada la cercanía del fin del programa de los transbordadores no fue reemplazado. Los transbordadores de la NASA durante algunos lanzamientos. (Wikipedia)Cada uno de estos vehículos fue concebido para usarse unas 100 veces, por lo que su enorme costo inicial -unos 150 mil millones de dólares, aunque el valor exacto es casi imposible de calcular- debería quedar amortizado en el tiempo. Se calcula que cada vuelo de estas naves tiene un costo de entre 400 y 1300 millones de dólares. Pero la vida útil de estos cacharros está llegando a su fin, y la NASA piensa retirarlos de servicio este año. El lanzamiento del Atlantis, previsto para las 18.20 GMT de hoy desde la plataforma 39A del Centro Espacial Kennedy, en la Florida, será el ultimo de esta nave. La tripulación de esta misión (STS-132) está integrada por los especialistas de misión Michael Good, Garrett Reisman, Stephen Bowen y Piers Sellers, el piloto Dominic Antonelli y el comandante Kenneth Ham, y el destino del Atlantis será la Estación Espacial Internacional (EEI). Según el director de pruebas de la NASA, Jeremy Graeber, “la cuenta atrás está en marcha, se ha desarrollado hasta ahora de manera absolutamente limpia, y no tenemos ningún problema técnico.” La misión tiene una duración prevista de 12 días, e incluirá tres caminatas espaciales, el transporte de un compartimiento integrado de carga y de un módulo de investigaciones científicas construido por la agencia espacial rusa a la EEI. Estos módulos tienen como objetivo proporcionar espacio de almacenamiento extra y un nuevo punto de acoplamiento para las naves rusas Soyuz y Progreso, que asumirán la mayor parte de las tareas asignadas hasta ahora a los transbordadores. El lanzamiento de un transbordador siempre es un gran espectáculo.Adiós al Atlantis.
El Atlantis también transportará los alimentos y las vituallas que necesitan los ocupantes actuales de la EEI, y una serie de equipos -baterías, una antena, repuestos para el brazo robótico de la estación, etc.- necesarios para el mantenimiento de la Estación Espacial. John Shannon, director de programas de los transbordadores de la NASA, dice que “será una misión emocionante que contribuirá a prolongar la permanencia en el espacio del complejo. Llevamos toneladas de equipos, piezas que nos tranquilizan respecto a la vida útil de la EEI. Este viaje tendrá un poco de todo y ha sido muy bien preparado", aseguró. Las caminatas espaciales, de seis horas de duración cada una, estarán a cargo de los astronautas Reisman, Bowen y Good. Hoy tendrá lugar el último lanzamiento previsto para el transbordador Atlantis.Las últimas dos misiones asignadas a los transbordadores espaciales también están previstas para este año: el Discovery, en septiembre, y el Endeavour, en noviembre. Parece que la NASA está en un momento crucial de su historia. En el lapso de unos pocos años tendrá lugar el fin de los transbordadores espaciales, de la Estación Espacial Internacional y del telescopio espacial Hubble, cuya ultima misión de mantenimiento estuvo justamente a cargo del Atlantis el año pasado. ¿Podrá la agencia reemplazar todos estos elementos por versiones más modernas? Los responsables de la NASA creen que sí. Solo el tiempo dirá si tienen o no razón.
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2 comentarios:
No sé el porqué pero las personas que intentamos demostrar una inquietud por adaptarnos a nuestro entorno, acabamos compartiendo gustos. Y uno de ellos es la Astronomía. Y con ella, también las misiones espaciales. No voy a incidir en la buena reseña que has hecho sobre la lanzadera espacial. ünicamente quiero recordar para quien lo quiera entender (no es tu caso, jeje) que la Ciencia es quien más intenta "buscar" lo que quiera que haya ahí fuera.
Sin embargo, "los de siempre" ("ufólogos" y demás) la acusan de esconder "conocimientos extraterrestres". Hay que ser membrillo para pensar así cuando la prueba del 9 es tan sencilla: ¿Cómo es posible pensar que la Nasa oculta "algo extraterrestres" cuando ese descubrimiento significaría un grifo abierto para sus presupuestos, en vez de quedar hoy en día en precario? ¿Cómo es posible pensar que los militares ocultan naves de otro mundo, si su publicidad agrandaría aún más su presupuesto?
Para eso hay que pensar, cosa que no está al alcance del 80 por 100 radaguiano, jejeje.
Un abrazo.
Soñar con un más allá real, luchar por conseguir objetivos que estando lejos tienen posibilidad de alcanzarse añaden la suficiente adrenalina para hacer del conocimiento algo por sí mismo alegre y satisfactorio. Por eso cada paso nanocroscópico en ese macrocosmos nos resulta alucinante racionalmente hablando. De los ufos y membrillos con sus intoxicaciones ellos se lo pierden.
Espero que otro objetivos "animen" el mundo de la AStronomía. Que así sea.
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