miércoles, 9 de junio de 2010
METAFÍSICA
Que entendemos por metafísica a nivel etimológico y escolar lo que está mas allá de la física parece claro. Si hacemos un poco de historia del origen de esta palabra la podríamos resumir así:
El término metafísica proviene de una obra de Aristóteles compuesta por catorce libros (rollos de papiro), independientes entre sí, que se ocupaban de diversos temas generales de la filosofía. Estos libros eran de carácter esotérico, es decir, Aristóteles nunca los concibió para la publicación. Por el contrario, eran un conjunto de apuntes o notas personales sobre temas que pudo haber tratado en clases o en otros libros sistemáticos.
El peripatético Andrónico de Rodas (siglo I a. C.) al sacar la primera edición de las obras de Aristóteles ordenó estos libros detrás de los ocho libros sobre física (tà metà tà physiká). De ahí surgió el concepto de "metafísica", que en realidad significa: aquello que en el estante está después de la física, pero que también de manera didáctica significa: aquello que sigue a las explicaciones sobre la naturaleza o lo que viene después de la física, entendiendo física en su acepción antigua que se refería al estudio de la physis, es decir, de la naturaleza y sus fenómenos, no limitados al plano material necesariamente.
En la Antigüedad la palabra metafísica no denotaba una disciplina particular concerniente al interior de la filosofía, sino el compendio de rollos de Aristóteles ya mencionado. Sólo es a partir del siglo XIII la metafísica pasa a ser una disciplina filosófica especial que tiene como objeto el ente en cuanto ente. Es hacia ese siglo cuando el conocimiento de las teorías aristotélicas se comienza a conocer en el Occidente latino gracias al influjo de pensadores árabes como Avicena y Averroes.
A partir de entonces la metafísica pasa a ser la más alta disciplina filosófica, y así hasta la Edad Moderna. Con el tiempo la palabra "metafísica" adquirió el significado de "difícil" o "sutil" y en algunas circunstancias se utiliza con un carácter peyorativo, pasando a significar especulativo, dudoso o no científico. En este sentido, también la metafísica es considerada como un modo de reflexionar con demasiada sutileza en cualquier materia que discurriese entre lo oscuro y difícil de comprender.
Leyendo a Carl Sagan en Ciencia y esperanza de su libro El mundo y sus demonios, capítulo 2 vemos como nos habla de la física y de la metafísica.
"Hace muchas décadas, en una cena, se pidió al físico Robert W.
Wood que respondiera al brindis: «Por la física y la metafísica.» Por
«metafísica» se entendía entonces algo así como la filosofía, o verdades que
uno puede reconocer sólo pensando en ellas. También podían haber incluido
la pseudociencia.
Wood respondió aproximadamente de esta guisa: El físico tiene una
idea. Cuanto más piensa en ella, más sentido le parece que tiene. Consulta la
literatura científica. Cuanto más lee, más prometedora le parece la idea. Con
esta preparación va al laboratorio y concibe un experimento para
comprobarlo. El experimento es trabajoso. Se comprueban muchas
posibilidades. Se afina la precisión de la medición, se reducen los márgenes
de error. Deja que los casos sigan su curso. Se concentra sólo en lo que le
enseña el experimento. Al final de todo su trabajo, después de una minuciosa
experimentación, se encuentra con que la idea no tiene valor. Así, el físico la
descarta, libera su mente de la confusión del error y pasa a otra cosa.6
La diferencia entre física y metafísica, concluyó Wood mientras
levantaba su vaso, no es que los practicantes de una sean más inteligentes que
los de la otra. La diferencia es que la metafísica no tiene laboratorio".
Y aquí entro yo preguntándome: ¿Cuánta metafísica ocupa el lugar de la física o ciencia? ¿Cuánta magia y religión ocupa el lugar del estudio de la realidad? ¿Cuánta fe cierra el racional conocimiento de la realidad? ¿Cuántos criterios carecen de un contraste de observación y experimentación? ¿Cuánta ufología en lugar del estudio del cosmos con medios científicos? ¿Cuánta astrología en lugar de la astronomía? ¿Cuánta pseudociencia en lugar del experimento comprobado? Vamos que estamos inundados no solo de petróleo y transferencias mercantiles y sí de metafísica...El slogan tendría que ser Mas laboratorio y menos metafísica.
Y para finalizar copio el final imaginado por CSagan:
Un ser extraterrestre recién llegado a la Tierra —si hiciera un examen
de lo que presentamos principalmente a nuestros hijos en televisión, radio,
cine, periódicos, revistas, cómics y muchos libros— podría llegar fácilmente
a la conclusión de que queremos enseñarles asesinatos, violaciones, crueldad,
superstición, credulidad y consumismo. Insistimos en ello y, a fuerza de
repetición, por fin muchos de ellos quizá aprendan. ¿Qué tipo de sociedad
podríamos crear si, en lugar de eso, les inculcáramos la ciencia y un soplo de
esperanza?
ENLACE:
“El Mundo y sus Demonios”, Carl Sagan
“Religión y Ciencia”, Bertrand Russell
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