lunes, 21 de junio de 2010
LLUVIAS E INUNDACIONES Y DEMÁS
Hoy ha entrado el verano. Pero esta primavera ha estado llena de precipitaciones y concretamente la semana pasada en Asturias, como en Cantabria y en Francia las inundaciones y sus consecuencias para los suelos han sido calamitosas y los perjuicios y trastornos han sido evidentes: inundaciones de pueblos, plantaciones que se han venido al traste, deslizamiento de terrenos, puentes y carreteras afectadas y como ocurrió en el país vecino francés muertes y heridos...Leo en el blog madrid+d/Un universo invisible bajo nuestros pies un post de Juan José Ibáñez muy significativo. En él nos dice: "Comienza la temporada de los huracanes, luego vendrá la del monzón. Y así, año tras año, los medios de comunicación denuncian las enormes pérdidas de vidas humanas que causan tales eventos. Como ya comentamos en un post precedente, la ciencia del suelo debería desarrollar una nueva subdisciplina (y posiblemente asignatura a impartir en las universidades), que llevara por título “Edafología de los Desastres Naturales”. La razón es más que obvia: gran parte de las pérdidas de vidas humanas de los eventos catastróficos causados por lluvias intensas son debidas a los deslizamientos, avalanchas, y fenómenos relacionados con el desplazamiento abrupto de la cobertura de suelos. Huracanes, tifones, etc., actúan como detonantes de tales eventos, pero la mayor parte de las víctimas lo son directamente por estos últimos procesos. Así pues, una de las principales medidas con vistas a paliar tales catástrofes humanitarias consistiría en elaborar mapas de riesgos de tales procesos que afectan a la edafosfera, tomando las medidas oportunas para mitigarlos. Del mismo modo, cualquier la construcción, asentamiento, infraestructura o red viaria debería ser analizada previamente por las autoridades competentes antes de ser autorizada o denegada. Los eventos climáticos aludidos resultan ser impredecibles, pero los sitios en donde puede desencadenarse la tragedia si pueden conocerse de antemano.
Escudarse en el primer hecho, alegando impotencia, es una patraña que muestra una palmaria desidia de los gobernantes por paliar tales desastres que no conciernen tan solo a la perdida de vidas, sino que, a menudo, también generan severas pérdidas económicas. Como dijimos en una entrada precedente, ante el riesgo de tifones, huracanes, etc., debemos mirar tanto al cielo, como al suelo.
Tiene razón: aquí en Asturias se han dado las noticias; se han publicado reportajes con páginas y páginas en las que se pone de manifiesto en muchos casos como las gentes que ahora son sufridoras en mayor o menor medida ya alertaban y denunciaban los riesgos y peligros de determinadas situaciones: cauces escasos, falta de desagües, posibilidad de deslizamientos y avalanchas, falta de muros de contención, carreteras o viviendas construídas en lugares sin garantía, etc,etc. Y cuando llega el momento la solución no se realizó y el drama está o estuvo a punto de producirse.
¿No será necesario que las llamadas autoridades ante el riesgo de avalanchas, lluvias torrenciales en lugar de mirar tanto al cielo miren al suelo, a esas infraestructuras preventivas, ante ese mapa del suelo que marque los lugares de riesgo?
Como dice Juan José Ibáñez posiblemente internet pudiera ser el lugar dónde con nuestros post se iniciaran campañas que adviertieran de la necesidad de realizar la labor preventiva que evitara tantos daños humanos como económicos.
ENLACE:MADRIDMASD
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4 comentarios:
"aquí en Asturias se han dado las noticias; se han publicado reportajes con páginas y páginas en las que se pone de manifiesto en muchos casos como las gentes que ahora son sufridoras en mayo o menor media ya alertaban y denunciaban..."
Ya lo dije en algún momento, amigo Marcelino, aunque no me acuerdo si en mi blog, en el de Siesp o en otro.
Los estudios de riesgos naturales, que es de obligatorio cumplimiento tanto el hacerlos como el seguir sus recomendaciones, en España, se despachan con un buen maletín negro. Se especula mucho, eso sí, con el contenido de ese maletín...
Respecto a la Edafología... tengo que decirte que es, de las ramas de la Geología, una de las más desprestigiada (con la posible excepción de la Geomorfología). Porque, vamos a ver, donde vas a comparar tú la Oceanografía, la Estratigrafía, la Paleontología... con cosas como andar analizando el barro del talud de la carretera de al lado.
Yo me dedico, aunque sea tangencialmente, a los estudios de suelos. He tomado muestras, he hecho análisis y he confeccionado mapas de suelos (a escalas 1:50.000 y 1:25.000). ¿Y sabes qué? Según la directiva europea INSPIRE se tendría que tener un catálogo de mapas edáficos y de muestreos de suelos. ¿Se tienen? Muy incompletos. En Castilla y León tenemos uno a escala 1:500.000. Queda muy bonito en la pared, colgado. Evidentemente no sirve para nada.
¿Hay dinero? Sí, a pesar de que estemos en crisis el AVE es prioritario, la tecnología militar es prioritaria, el dfar dienro a los bancos es prioritario. Estudiar la mayor interfase ambiental de este planeta, sobre lo que se asienta TODO y de lo que depende CASI TODO... ¿para qué?
No es exactamente de lo que trata este post mío, pero sirve, creo yo, para ilustrar un poco el tema, ¿no?
Un abrazo.
"...como las gentes que ahora son sufridoras en mayor o menor medida ya alertaban y denunciaban..."
Gracias Radagast por avisar del lapsus.
Por lo demás tienes razón en cuanto que hay dinero pero para flotas de coches oficiales e investigaciones teóricas y formales y no para prevenir posibles acciones de la naturaleza y nada digamos del hombre. No hay más que ver el caso del petróleo o sin ir más lejos para prevenir las sequías. Se está anunciando ahora que el verano próximo será uno de los mas calurosos y puede que allá en septiembre la sequía pudiera aparecer ¿qué hay previsto?
Hasta otra.
Voy a ver tu post.Enseguida.
Te diré una cosa... no había visto ningún lapsus, jaja, ¡hasta que tú lo has dicho!
Un abrazo.
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