miércoles, 28 de diciembre de 2016

¿TODO/NADA FUE UN ERROR? (I)

Leo en La Nueva España de Oviedo la columna del magnifico periodista Pepe Monteserín titulada MONIGOTES un artículo lleno de interrogación e ingenio y con su permiso lo reproduzco tal cual para consideración del lector:
"Herodes, para deshacerse del niño Jesús, ordenó matar a los varones menores de dos años nacidos en Belén; unos dicen que asesinaron a seis docenas, otros a mil. Como la sagrada Familia huyó a Egipto, después de que un ángel les anunciara las intenciones del gobierno romano, hay quien cuestiona el comportamiento de José el Carpintero por no advertir de la amenaza al resto de las familias comprometidas, víctimas de la escabechina: ¿no le dio tiempo? Culpemos entonces al Señor por escatimar el envío de mensajeros a los hogares en riesgo. ¿Era preciso sacrificar a tantos inocentes para salvar al Salvador? No parece asunto baladí y se explica que tan trágico aniversario se convierta hoy en día para que colguemos monigotes en la espalda de los cándidos, como el aviso tardío del ángel, lo contrario de la marca de Caín o del beso de Judas; ésta persona es inocente, respetadla, no es hija de Dios."
Así expone Monteserín la incongruencia e injusticia que supone el sacrificio de tantos inocentes ante la actitud no muy elegante de el Carpintero, así como del ángel que avisa sólo a una familia del tal peligro permitiéndoles escapar a ellos solo de la matanza y mientras la sociedad actual hace hincapié en una festividad sin trascendencia e incluso cómica.
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En línea con este análisis de Monteserín leo en Internet distintos artículos referidos al análisis de la historia sobre la identidad histórica o no, real o imaginaria de ese niño Jesús, de ese personaje histórico pero siempre, ayer como hoy, debatido.



"La verdadera historia de Jesús el Galileo", de Frederick L. Beynon es un libro que plantea interrogantes que se pueden resumir en estos apartados:
Apartado 1.-
-Ciertamente, los textos canonizados parecen incurrir en numerosas contradicciones y errores, ya que debieron ser escritos muy posteriormente a los hechos narrados. Sin embargo, aunque se pueda hablar de hermanos de Jesús (no deja de ser una posibilidad verosímil), tampoco es correcto aseverarlo con rotundidad, debido al significado de “hermano” en el mundo hebreo y paleocristiano.

Sobre la virginidad de María, no es nada novedoso ponerla en tela de juicio, quizá más aún si cabe por ser dogma de la Iglesia Católica. Lo que se resalta en la Biblia es que al juntarse con José, María era virgen. Esto no era inhabitual, ya que la tradición judía (al igual que otras muchas religiones) exigían la virginidad en el momento de casarse. En cambio, el hombre podía haber estado de “picos pardos”. La costumbre y las religiones estaban (y están) impregnadas de ideas machistas.
Apartado 2.-
-Realmente, las multitudinarias conversiones realizadas por Pedro, al menos tal y como se narran en los Evangelios, son difíciles de creer. Más aún la comida de todos los creyentes. Posiblemente, aquellas concentraciones debían corresponder a actos insurreccionales contra el dominio romano. El ambiente bélico de la época y las revueltas son atestiguados por historiadores como Flavio Josefo o Séneca.
En todo caso, los Hechos de los Apóstoles, como el resto de las Sagradas Escrituras, contienen un fondo de verdad. Esto es innegable. Las manipulaciones, las contradicciones y las revisiones también forman parte de la Historia.
Apartado 3.-
-Al argumentar el clima bélico que debió vivir Palestina en el segundo tercio del S.I d.C., Beynon busca el significado etimológico de “secta”. En cambio, anteriormente no acepta el significado de “hermano” en el contexto judío.
Lo que sí resulta evidente es que el ambiente pacífico que quiere transmitir el N.T. no se corresponde la convulsa situación histórica. Sin que haya que descartarlos, los motivos religiosos no debieron ser las únicas causas de las detenciones.
Desde luego, en la llegada del Mesías, descendiente de David, se une el componente político de independencia de Israel con el elemento religioso.
Apartado 4.-
-Por razón de mi falta de conocimiento en profundidad de los textos bíblicos (no basta con haber leído sosegadamente el N.T.), y por las sesudas e intrincadas reflexiones del autor, hay pasajes del libro en los que uno se pierde (y yo también):

• Barrabás no existió.
• Jesús significa “salvador”, nombre poco corriente y destinado a la clase alta.
• El enigmático Jesús Bar Judá, hijo de Judá de Gamala “sería el Barrabás” que compartió celda con Jesús el Galileo, y que hizo un pacto con Poncio Pilatos para ser crucificado pero posteriormente ser bajado y curado. Se supone que Pilatos le salva la vida a cambio de apaciguar a las masas hebreas. De cualquier manera, tengo que reconocer que hay algo que se me escapa en lo referente a los dos apresados y las negociaciones con Pilatos.
• Curiosamente, “Bar-Abba” significa “Hijo del Padre”.
Apartado 5.-
En relación con la Pasión de Cristo, que es el suceso bíblico más importante del N.T., se sacan a relucir una larga serie de incongruencias. La mayoría de ellas, como he mencionado anteriormente, requieren de un gran conocimiento del N.T. así como de las costumbres judías, de las tradiciones del derecho romano y de la Historia de Palestina en un unos años muy concretos. Se acaba llegando a la conclusión de que la fe es indispensable para comprender la Pasión. Es especialmente revelador el suceso del botijo de agua y vinagre.
El N.T. tenía que cumplir las profecías del A.T. Y la pasión es un acontecimiento más de la vida de Jesús en el que se fuerzan los hechos para que todo “cuadre”.
Apartado 6.-
-El autor señala incoherencias de los evangelios al realizar la relación de los apóstoles. Concluye que todos ellos eran galileos y que conocieron a Juan el Bautista antes que a Jesús el Galileo.

-Tanto esenios como zelotas esperan la llegada de dos mesías: uno civil y otro religioso.
Los judíos entienden la religión como algo inherentemente unido a la política. De ahí que fuesen tan intransigentes con cualquier fuerza de ocupación extranjera.
Y cuando un sector judío “relaja” sus costumbres y su seguimiento de la ley talmúdica (por ejemplo, llegando a un compromiso de convivencia con el pueblo invasor), surge un sector radical que pretende el regreso a la “pureza”. Así sucede primeramente con los fariseos respecto de los macabeos, y luego con los esenios y los zelotas respecto de los fariseos.
Por tanto es lógico que se retrate a Jesús el Galileo como un revolucionario, que pretende la independencia de Israel del Imperio Romano.
Apartado 7.-
-Los personajes principales de toda la trama son: Zacarías, cuyo hijo es Juan el Bautista; y Judá de Gamala (que era carpintero), líder de la insurrección hebrea en el tiempo de Herodes el Grande (73-4 a.C.), tiene varios hijos, entre ellos Jesús el Galileo.
Apartado 8.-
-La separación de Palestina en dos territorios desde el 6 d.C. al 44 d.C., por un lado Galilea (gobernada por Herodes Antipas), y por otro Judea (incorporada a la provincia romana de Siria), favorece mucho las insurrecciones judías en ese período de tiempo.
Apartado 9.-
-Las suposiciones que Beynon realiza sobre Juan el Bautista y sobre Jesús (o Jesús el Galileo) son verosímiles, pero son únicamente suposiciones. Además, la evolución es complicada de seguir, posiblemente porque el contexto también es difícil de entender.
Apartado 10.-
-Del 26 al 36 d.C. Poncio Pilatos gobierna Judea despóticamente y provoca la ira del pueblo judío con dos acciones:

• La obra monumental de traer el agua a Jerusalén por acueducto.
• A su vez, esto requiere de muchos impuestos para sufragarla.

El pueblo se niega a pagar. Pilatos responde suprimiendo el impuesto, pero expoliando el Templo de Jerusalén.
Respecto a estos acontecimientos y a las insurrecciones, parece sensato pensar que sean mucho más fiables los escritos de Flavio Josefo (vivió directamente lo ocurrido) que fueron realizados sólo unas décadas después, respecto a los Evangelios canonizados, que datan del siglo IV d.C.
Apartado 11.-
-El sentimiento de odio hacia el opresor romano estaba revestido de un fervor religioso. En este contexto se encuadraría, hacia el 29 d.C., el abandono del ascetismo por parte de Juan el Bautista y su descenso al Jordán. Así mismo, Jesús el Galileo sale de su refugio y va al encuentro de Juan el Bautista.

Y uno se pregunta cómo se puede obviar tanta contradicción. ¿Todo fue un error? ¿ Nada es un error?
Que cada uno saque sus propias conclusiones.

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