La cultura muisca o muiscas se sitúa en Colombia. Desde el 400 d.C. al 1800.
Su Balsa de oro, la Balsa Muisca representa un acto en la que el sucesor del Cacique hacía una ofrenda a los dioses con su séquito al lado y ofreciendo la ceremonia a los dioses.
Su Balsa de oro, la Balsa Muisca representa un acto en la que el sucesor del Cacique hacía una ofrenda a los dioses con su séquito al lado y ofreciendo la ceremonia a los dioses.
Las figurillas se llaman Tunjos y son piezas de oro de 2 a 25 cm que representan hombres, mujeres o seres asexuados.
El tipo del indígena muisca aún se conserva y puede describirse así: talla mediana y robusta, pelo negro y lacio; nariz ancha y corta, ojos pequeños, boca y dientes grandes, pómulos salientes. Eran inteligentes, valerosos y sufridos.
Se sitúan en el centro de Colombia o lo que fuera el Nuevo Reino de Granada, en las ricas sabanas de Zipaquirá, Nemocom, Ubate, Chiquincquirá, Tunja y Sogamoso, entre los ríos Upía, Chicamocha, Opón y del Carare... y formaban una sociedad de agricultores y descendientes de la familia lingüística chibcha procedentes de Centroamérica que se llamaron a si mismos Los Muiscas o moscas.
Sus tierras eran frías o ligeramente templadas, llanuras abiertas donde, más que hoy, extensas lagunas y juncales reflejaban el horizonte. Esa habitación del pueblo muisca condujo a una densa población y con ella a una organización más refinada de la vida social. En efecto, los muiscas de la época descubridora, a semejanza de los mayas-aztecas de Méjico, de los incas del Perú y de los aymarás de Bolivia, habían sobrepasado ya la civilización primitiva de las tribus o pequeñas agrupaciones regidas por el más fuerte, y se habían convertido en pueblos que obedecían con sus caciques a jefes superiores, sin cuya voluntad no se llevaban a cabo los grandes movimientos sociales, y cuya designación era hereditaria matriarcal.
No existe un acuerdo sobre cifras de población, pero los conquistadores son enfáticos en destacar la multitud de los indígenas.
Vista desde lo alto del cerro de Suba, la sabana de Bogotá presentaba una amplia zona pantanosa rodeada por una llanura cubierta de pastos y vegetación baja. En ella se destacaban numerosas aldeas: Suba, Tuna, Tibabuyes, Usaquén, Teusaquillo, Cota, Engativá, Funza, Fontibón, Techo, Bosa, Soacha y palacios compuestos por bohíos rodeados por dos o tres empalizadas concéntricas, semejantes a los alcázares árabes del sur de España.
Este "Valle de los Alcázares" que con las sierras nevadas de la Cordillera Central en el horizonte, dio pie para el nombre de Nuevo Reino de Granada, era en efecto el núcleo del cacicazgo de Bogotá. Las Sierras Nevadas de granada continúan en España la cadena sagrada para los grupos Muiscas.
Con su sede de gobierno en Funza, este era el cacicazgo regional más extenso y poblado, no sólo del territorio Muisca sino de todo el norte de Sudamérica en aquel siglo. Sus gobernantes, los Zipas, lo habían conformado recientemente anexando los cacicazgos intermedios de Guatavita, Ubaque, Ubaté, Zipaquirá y Fusagasugá (Londoño, 1988).
Sin embargo, y por esa misma razón, Bogotá era a la vez el más inestable de los cuatro cacicazgos regionales en que se dividía en ese entonces el territorio de los muiscas. Así, aunque el cacique de Bogotá opuso resistencia a la conquista, muchos de sus sujetos prefirieron sacudirse su dominio aliándose a los europeos, como sucedió cuando Quesada salió por el valle del Teusacá hacia el norte.Todo hace suponer que Centroamérica es el lugar de origen de los grupos chibchas. El grupo de habla chibcha que se asentó en el altiplano cundi-boyacense es el llamado MUISCAS. Los estudios arqueológicos revelan su existencia desde el 545 A.C. hasta el 1537 D.C. cuando llegó la conquista española.
Según las crónicas de los conquistadores españoles, estos hombres se llamaban MUEXAS.
En el siglo XVI, los conquistadores sujetaron los Cacicazgos muiscas al sistema de encomienda y, a finales del siglo, a los resguardos. Hoy en día la mayor parte de la población muisca se concentra en el municipio de Cota, cuyo resguardo fue disuelto por el Incora, entidad del gobierno, en el 2001.
Según las crónicas de los conquistadores españoles, estos hombres se llamaban MUEXAS.
En el siglo XVI, los conquistadores sujetaron los Cacicazgos muiscas al sistema de encomienda y, a finales del siglo, a los resguardos. Hoy en día la mayor parte de la población muisca se concentra en el municipio de Cota, cuyo resguardo fue disuelto por el Incora, entidad del gobierno, en el 2001.
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