jueves, 31 de marzo de 2011
¿FIESTA O LUCHA POR LOS RECURSOS?
En Mali, en concreto, en el poblado de Bamba, el pueblo dogón practica un ritual sagrado conocido como “Antogo”. En estas tierras africanas todavía queda un lago activo, pequeño pero fructífero. El ritual de Antogo se celebra una vez al año, único día en el que se permite la pesca, por otra parte estrictamente prohibida fuera de esta celebración.
El día 2 de mayo a las tres de la tarde, el mercado de Bamba se encuentra más activo que nunca con el ir y venir de los hombres que esperan el momento justo en el que comienza la esperada celebración bajo un sol de justicia y 50 grados de temperatura. Esta fecha cambia cada año y es elegida por la comunidad de sabios para que coincida exactamente con el sexto mes de la temporada de sequía. Durante los tres primeros días de mercado del mes se colocan 3 varas de madera en el centro del lago para señalar que el ritual está próximo a llevarse a cabo.
En el pasado, toda el área de Bamba estaba cubierta por una espesa vegetación y bosques frondosos que enverdecían la zona y le aportaba riqueza biológica. El lago, cuyas aguas se creen sagradas y habitadas por espíritus benefactores, albergaba cientos de peces que daban sustento a la población de los alrededores. Con el paso del tiempo, el cambio climático y procesos paralelos, incluyendo el alto grado de desertificación de la zona, supuso una profunda transformación en las características de la tierra, que pasó del verde de la vegetación al marrón de las tierras secas, áridas, erosionadas y rocosas que dificultan en gran manera el abastecimiento y el acceso al agua. El pequeño lago, que aparentemente ha podido resistir los embistes del cambio climático, todavía representa en la actualidad una preciada fuente de recursos, especialmente, desde el punto de vista cultural y de identidad y unidad del pueblo.
El ritual, sin embargo, parece contradecir uno de los aspectos más característicos de la cultura dogón, su aversión al agua, elemento que prefieren evitar siempre que les es posible desde que estructuran sus vidas en zonas rocosas y semidesérticas, alejadas del, para ellos, temido río Níger.
El día del Antogo, centenares de dogones se reúnen alrededor del lago de Bamba llegados de diferentes regiones del país. Tres grupos de personas se dan cabida cerca del lago. Estos grupos representan a las familias más respetadas y antiguas de los poblados dogones. El grupo con más integrantes es el formado por habitantes de Bamba, que a su vez incorpora a personas de trece poblados diferentes de los alrededores. Cada uno de estos grupos pronuncia en voz baja frases de invocación y los nombres de las principales familias del lugar imbuídos en un estado casi místico. Finalmente, los sabios de Bamba toman la palabra para marcar el inicio del ritual colectivo.
El lago rompe su silencio y entra en un estado de ebullición cuando una multitud de niños, jóvenes y hombres que portan herramientas hechas a mano, cestas y redes se adentra en sus aguas. Las mujeres tienen estrictamente prohibida la participación en el ritual. No les es permitido ni siquiera acercarse a sus orillas debido a que son consideradas “impuras” por experimentar el ciclo menstrual.
Cientos de dogones saltan, luchan y se sumergen para pescar tantos peces como les es posible con los medios que poseen. Los peces capturados se depositan en bolsas de piel mientras se prosigue la cacería acuática. De forma casi caótica, los participantes continuan el proceso cubiertos de barro mientras en el lago se respira fragor, excitación y una actividad abrumadora.
Quince minutos después, el disparo de una pistola señala el fin del ritual. El lago queda desierto de nuevo… y sin peces. Todos los peces capturados serán entonces concedidos al sabio más anciano de Bamba, quien los distribuirá de la forma más adecuada entre los habitantes de los pueblos participantes.
Antogo llega de esta manera a su fin, repleto de misterio, misticismo y magia, como un ritual que simboliza la paz y la cohesión entre los pueblos dogones en los que no existen los conflictos y se comparten los bienes conseguidos como fruto de la unión y la participación fraternales.
¿Qué os parece? Una fiesta o la lucha por los recursos. Si el más anciano de Bamba acierta con la distribución adecuada entre los habitantes no está mal.¿Pero no habrá alguna familia discriminada? ¿Y las mujeres dónde están?...
FUENTE:BBCHumanPlanet.
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2 comentarios:
Gran artículo, te vas superando día a día Marcelino de eso no tengo duda, cada vez me gusta más leerte. Todo lo que sea hablar de África me gusta, y si, más que una fiesta, para una lucha por los recursos, descarada además.
Un Saludo
Se hace lo que se puede. El tiempo que últimamente le dedico es poco,un día o dos a la semana puedo hacer do o tres post...Pero lo importante es andar por el mundo bloguero.Salu2.
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