domingo, 21 de marzo de 2010

REENCUENTRO...

Cuando uno pasa unos días fuera de su ciudad-al menos a mi me sucede-regreso y recorro sus espacios como si recuperara algo que había perdido. No es nostalgia pues cuando estoy fuera me siento atraído por los otros paisajes y paisanajes, por las otras realidades de vida. Pero es como si mi cuerpo perdiera la adherencia y el paso se volviera inseguro, como temeroso de poder haber perdido lo cotidiano: la calle, el paseo, el parque, sus luces y sombras, sus colores...pero enseguida me encuentro y me identifico conmigo mismo. Como si me mirara al espejo y durante unos segundos, unos minutos, me costara reconocerme pero al fin me veo a mi mismo y me siento bien en el entorno y el entorno se siente bien conmigo. Sólo me despierta de esta reflexión un ambiente ruidoso y alegre, lleno de agua verde que refleja la hierba nueva de la primavera, la hoja verde perenne de las palmeras, el multicolor plumaje de los pavos reales y el suave deslizarse de los ansares en el agua semiacerada y poco transparente del estanque sencillo del Campo. Y entre ellos está mi amigo, el mirlo. Saco el móvil y espero grabarlo. Pero no se deja. Sólo pude escuchar su canto que me parecía venir desde la copa del cerezo o de la palmera. Me ha anunciado la primavera,estoy seguro, y como es juguetón sólo dejó escucharse...En otra ocasión lo captaré con sus plumas negras, su pico amarillo y su canto intenso, de grandes variantes, ya pleno de fuerza tras los ensayos invernales en enero y en diciembre...Y lo traeré aquí.

2 comentarios:

Siesp... dijo...

Me consta que habrás disfrutado como un enano en Doñana. Así que, para que lo revivas todo, visita mis post siguiente, donde encontrarás unas cuantas cámaras web para ver Doñana en directo (eso sí, cuando sea de dia, jeje)

http://misteriosaldescubierto.wordpress.com/2009/03/12/yo-nosotros-gaia/

Un abrazo.

marcelino dijo...

Así es. Es una delicia poder entrar en lugares tan hermosos y sentirse en esa paz y tranquilidad.Lo cierto es que desde los todoterreno no pudimos ver ningún lince y mira por donde gracias a "las cámaras de Siesp" he podido ver hace unos momentos-¡y de noche!- el nido del búho real y los dos linces: el criado en cautividad y el libre que se ha movido del tronco del árbol(parece) y se ha dado un breve paseo para recobrar su lugar. Ahora sólo mueve las orejas y levanta el hocico de vez en cuando o gira sobre sí mismo. Emocionante. Tengo un acceso directo al http que me facilitaste. Gracias por tu colaboración. Hasta otra.