El final de un libro es importante y en este caso LA HISTORIA DE LA ESCRITURA de Ewan Clayton es bueno todo: la introducción con su biografía alrededor del proceso de la palabra escrita, lo es el contenido con análisis y estudio de cada una de las etapas del proceso de la escritura desde sus primeros vestigios hasta las épocas griegas y romanas, pasando por la edad media, renacimiento y los tipos de letras, sus evoluciones consecuencia de los cambios de mentalidad y sentidos artísticos y haciéndonos ver como la escritura es una manifestación de la creatividad humana...Inicia su aventura literaria en Venecia y la termina en esa ciudad denominada la Serenísima como una metáfora de todo lo tratado en esta historia.
Un comentario crítica del libro se hace en El País y lo reproduzco literalmente pues es "redondo"(Espero no ser denunciado por ello):
"Hay muchos libros llamados Historia de la escritura que
recorren todos los procedimientos usados para registrar las palabras,
del cuneiforme a los caracteres chinos. Pero éste tiene un objetivo más restringido,
y mucho más ambicioso: la evolución del alfabeto latino desde los grafitis
pompeyanos hasta la imprenta, desde el pincel y la pluma hasta los píxeles.
La perspectiva del británico Ewan
Clayton es muy especial. Calígrafo de profesión, aprendió a tallar letras sobre
piedra, pasó años de su vida como monje, recreando las tareas de sus
antecesores copistas; y llegó
a ser consultor para Rank Xerox. Esta perspectiva única, la comprensión
integral de qué constituye el acto de la escritura, unido al manejo sensible de
una bibliografía riquísima, hace de esta obra una joya. Ilustrará a quienes se
interesen por las inscripciones monumentales y los manuscritos medievales, pero
también a quienes quieran conocer la evolución de la imprenta o la tipografía
digital.
En un momento como el actual, en el
que se discute incluso la pertinencia de enseñar la letra manuscrita a los
niños (pretendiendo que bastaría con hacerles usar un teclado), la obra de
Clayton explica el valor de la caligrafía: no el arte de escribir con
florituras, sino como herramienta y expresión personal de los ciudadanos.
Toda la obra lleva el rastro del
saber artesanal. Por ejemplo, el pincel que crea los carteles electorales en
los muros de Herculano es el mismo que pinta en la piedra las hermosas
mayúsculas romanas para que luego sean esculpidas. Su punta cuadrada explica la
alternancia de líneas gruesas y finas que acabarían viajando hasta nuestras
pantallas. El monje que fue Clayton está atento al dato de la producción en los
scriptorium:
dos miniaturas por semana. Y la observación de cuál sería la disposición del
pupitre y la postura que mejor favorecería el trazado de las letras se ve
complementada por un dato necesario: la aparición de las gafas, a mediados del
XIV. Pero al lado de los libros sacros, también contempla la proliferación de
escritos legales (ocho millones sólo en la Inglaterra tardomedieval).
La primera imprenta de Gutenberg
tampoco escapa al interés del autor. Aparentemente, las letras góticas de la
primera Biblia no se tallaron con punzones únicos, sino que están constituidas
por un número limitado de rasgos diferentes cuya combinación genera todo el
alfabeto. Las nuevas necesidades de impresión crearon formas específicas (si hemos
de creer a Clayton, con el concurso imprescindible de los calígrafos), y así
nacen tipos con contraformas —o espacios internos— diseñados para no cegarse
con la tinta. Eneas Silvio le escribe a su amigo Julián de Carvajal que son
letras “correctas y elegantes, que podría leer sin gafas”.
Como es bien sabido (pero el autor
vuelve a relatarlo sugestivamente), la
Reforma protestante y la reacción ante ella dispararon la imprenta. Pero
mientras tanto siguió habiendo una nube de manuscritos circulando por ámbitos
oficiales o privados (gracias, entre otras cosas, a un servicio de postas o
correos que se estableció tan pronto como el siglo XV). El XVII y XVIII
tuvieron en el manuscrito un inesperado aliado en los libelos y panfletos que
burlaban la ley. Por otra parte, las nuevas ciencias experimentales llevan
consigo la escritura personal de cuadernos de observaciones (Halley, Newton…).
El delicado proceso en el que la forma de las letras impresas influye en el
manuscrito, y viceversa, se prolonga durante siglos. Así, la regularidad de las
letras de imprenta se extiende también a las escrituras manuscritas.
Paralelamente, empieza a percibirse la individualidad de cada letra; para un tratado
legal de 1726: “Los hombres se distinguen por su escritura casi tanto como por
su rostro”.
Clayton analiza con mucho acierto la
irrupción de las grandes letras impresas de los carteles publicitarios y, en
general, la tipografía puesta al servicio de la comunicación de masas, como la
letra diseñada especialmente para los periódicos. Pero los últimos capítulos
tienen que ver, como es lógico, con la revolución digital, en la que Rank Xerox
tuvo un papel pionero. El testimonio de una presentación temprana cuenta cómo,
ante el novedoso ratón, los gráficos en pantalla y las impresoras, los
directivos de la casa permanecieron escépticos, pero sus mujeres —muchas de las
cuales habían sido secretarias— quedaron fascinadas. Y el autor recuerda cómo
Steve Jobs recibió clases de caligrafía en la universidad, y atribuye a esa
sensibilidad el interés de Apple desde el principio por la tipografía.
El libro original lleva un subtítulo
(perdido en la edición española): ‘El hilo de oro’. La trama dorada que une la
forma de las letras a lo largo de toda su historia es lo que expone, sugestiva
y autorizadamente, esta obra clave."
Pensé en reproducir el texto con el texto entre asterisco pero me pareció más raro o más llamativo para el lector de este post insertar dos fotos del texto final que espero sean bien interpretadas.
Como consideración final decir que este libro no es solo para leer y conocerlo más bien para tener colocado en la humilde biblioteca para lectura pausada y tranquila cuando el ánimo nos lo pida.
ENLACES:
Clasificación de Tipos en la historia.NUMEROTECA
Historia de la escritura-Wikipedia
No hay comentarios:
Publicar un comentario