Hacia el año 1450 en la ciudad de Mainz(Alemania) se estaba desarrollando un acontecimiento que tendría un impacto espectacular : el "ingenioso descubrimiento de imprimir y formar letras sin hacer uso de la pluma". La primera noticia de la invención de la imprenta en Europa aparece en una carta del 12 de marzo de 1455 escrita por un tal Eneas Silvio, el futuro papa Pío II, a un amigo suyo el cardenal Juan de Carvajal que había oído rumores del nuevo invento y de su inventor:"De ese hombre admirable al que vi en Fráncfort no me decís nada que no sea verdad. No he visto Biblias completas sino quinternos (grupos de veinte páginas) de diferentes libros con letras en extremo correctas y elegantes que se podrían leer sin gafas". Ese hombre admirable es Johannes Gutenberg, natural de Mainz, formado como orfebre y tallista de piedras preciosas pero que en 1455 llevaba al menos quince años trabajando en su nuevo invento.
Gutenberg inició sus experimentos con la imprenta en Estrasburgo donde vivió en el exilio desde 1430 hasta 1444 y se cree que en 1448, año al que regresa a Mainz, ya estaba ocupado en culminar su invento. Se cree que en 1452 imprimió una serie de dos mil indulgencias para Nicolás de Cusa, representante del papa y también hay fragmentos de otros proyectos de imprenta como un libro sobre profecías de las sibilas, una gramática de Donato, un calendario y un panfleto contra los turcos que habían invadido Constantinopla en 1453.
Según se cuenta cada tomo de la Biblia de Gutenberg mide 405x295 mm pasando de cuarenta líneas por página a cuarenta y dos, dispuestas en dos columnas y con huecos para añadir encabezamientos a mano. Las letras son grandes como las de los misales, cada columna está justificada a izquierda y derecha...
Todo esto que parece sencillo tiene una complejidad que Gutenberg afrontó y resolvió. Por ejemplo:
1) Encontrar una manera de fundir una enorme cantidad de letras con la misma proporción.
2) Componer esa gran cantidad de letras y componerlas separando las líneas con una especie de regleta y sujetar las letras para poder imprimir.
3) Experimentó con la tinta, que tenia que ser muy pegajosa.
4) Experimentó con el papel, mejor un poco humedecido.
5) Construyó la prensa que dió cabida a la forma de tipos.
6) Construyó el carro que metía y sacaba la forma y el papel debajo de la prensa
y pensar que la Biblia de Gutenberg supuso un desafío de seiscientas páginas y casi dos millones de letras...Y todo ello debidamente armonizado.
Todo estas faenas forman un proceso que no siempre se valora pero que hay que desgajarlo en apartados para hacerlo más comprensible.
Pero mientras confeccionaba la impresión de la Biblia realizaba otras pruebas en las que hacía avanzar la tecnología: letras coloreadas en rojo y azul, mayúsculas decoradas con filigrana y la introducción de dos nuevas familias de fuentes.
Gutenberg fue enterrado en la iglesia de Mainz, de la cual no quedan vestigios. Cuando murió la imprenta ya estaba en marcha y en 1480 había imprentas por toda Europa: en treinta ciudades alemanas, cincuenta en Italia, nueve en Francia, ocho de Holanda y España, cinco de Bélgica y Suiza, cuatro de Inglaterra y dos de Bohemia. Al comenzar el siglo XVI sesenta ciudades de Alemania tenían imprentas. La expansión era imparable.
Hasta hoy 548 años de la invención de la imprenta nos contemplan . Los mismos años que su inventor dejó de existir.
FUENTE: La Historia de la Escritura, Ewan Clayton.
ENLACES:
El largo trazo de la pluma
Historia de la escritura
El origen de la escritura
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