sábado, 6 de enero de 2018

AGRANDA LA PUERTA...

Es difícil sustraerse a las festividades multitudinarias y populares. Sobre todo lo que más pesa es ese afán casi competitivo de consumir y comprar y llenarse de paquetes de colores y de ilusiones... Pero quizá una forma de sustraerse de ese ambiente y ver las fiestas con otra mentalidad es urgar en nuestros libros, en nuestros autores más próximos e incluso viajar al pasado y comparar pensamientos de ayer y de hoy en torno a los mismos fastos.
Los Reyes Magos fueron y son fuente de discusión histórica-religiosa, o debate moral-educativo pero también soportan una carga enorme de emociones, sentimientos y vivencias que se manifiestan de formas variadas siempre pero también bellas siempre...
Leo cómo hace años Miguel de Unamuno escribía poemas con sensibilidad conmovedora como se refleja en esta poesía:

En realidad la poesía completa decía y dice así:

Agranda la puerta, padre,
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños,
yo he crecido a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad;
vuélveme a la edad bendita
en que vivir es soñar.
Gracias, padre, que ya siento
que se va mi pubertad;
vuelvo a los días rosados
en que hijo no más.
Hijo de mis hijos ahora
y sin masculinidad
siento nacer en mi seno
maternal virginidad.

Esta poesía es una de las 1775 que escribió en su Cancionero que escribió entre el 28 y el 36. Según el poeta Luis Antonio de Villena se publicó el cancionero en 1953 y no se saben las causas por las que no salió a la luz antes. Es un cancionero de destierro de Hendaya desde 1928 y lo siguió aumentando en España hacia 1930 y así hasta su último poema que tiene fecha de 28 de diciembre de 1936.
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Unamuno el pasado 31 de diciembre de 2017 cumplió 81 años de su fallecimiento y el periódico El País y su periodista Jesús Mota le destaca como  el "Inquietador español por excelencia". Y nos deja estas tres "perlas"

“Si tuviésemos que definir tres coordenadas básicas de la política española actual con tres doloras de don Miguel, podrían ser estas:
1) Me importa poco que hablemos vascuence, castellano o lapón, lo que deseo es que nos entendamos, cosa que por desgracia no sucede.
2) La retórica ha sido sustituida por la propaganda [el relato]. La retórica es el arte y la técnica de manejar colectivamente a los hombres sin profanarlos, y
      3) No hay cosa más repugnante que explotar la ignorancia ajena“.

Pedro de Tena en Libertad Digital nos deleita con un hermoso artículo sobre Unamuno y los Reyes Magos y la alocución que dirigió a los niños españoles el seis de enero de 1935, un año y medio antes del estallido de la guerra civil. Y decía así:
"Hoy, el día en que se celebra en el mundo cristiano la Adoración del Niño Dios por los santos Magos —llamados después Reyes— Melchor, Gaspar y Baltasar —fiesta que viene de abuelos a abuelos y de nietos a nietos hace siglos—, venimos vuestros mayores —padres, tíos y abuelos— a regalaros juguetes de toda clase —menos pistolas— para que aprendáis a jugar en paz en la vida, a jugar en paz la vida. Y, sobre todo, venimos a que nos perdonéis. A que nos perdonéis muchos pecados contra vosotros y, sobre todo, el de que no siempre os dejemos jugar en paz...con este agasajo, con esta fiesta queremos ganar, más que vuestro agradecimiento, vuestro perdón. Perdón, niños de España para vuestros mayores."

"Son muchos los padres que os mandan a la escuela para que no deis —dicen— guerra en casa, para que los dejéis en paz. ¿En paz? La guerra que dais jugando en casa ¡sí que es paz! La guerra condenada, la del demonio, es la que solemos daros nosotros, los mayores. Hay quien se queja de que vosotros, los niños de verdad —no esos chiquillos mal educados que juegan a la guerra civil—, ocupáis y tapáis la calle con vuestros juegos...Mejor es que nos echéis de la calle...Y sois vosotros los que tenéis que enseñarnos a jugar. A jugar sin preocuparnos de ganar o perder el juego, sino a jugar bien. Bien y en paz."
"Os hemos dado mal ejemplo, muy mal ejemplo, y estamos avergonzados de ello. No sé si también arrepentidos. Nos figuramos que nuestros juegos son más serios que los vuestros porque en los nuestros se matan los jugadores. Hay muchos de nosotros que quieren enseñaros nuestro juegos. ¡ Decidles que no !...Decidles que las escuelas de España deben ser las verdaderas Casas del Pueblo, y que no queréis que entren en ellas nuestros malditos juegos de guerra civil."

Como se puede ver Unamuno agranda las puertas y nos hace ver realidades de ayer que de alguna manera se repiten hoy...dejar que los niños jueguen y juguemos con ellos y como ellos. No juguemos a otros juegos que nos pueden llevar a ser no niños y si monstruos de nosotros mismos.

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