sábado, 7 de abril de 2012

¿QUIERE EL MERCADO QUE ESPAÑA CAIGA?

A esta pregunta Daniel Lacalle en Cotizalia responde con un magnífico artículo que pese a mostrar lo problemático de la situación económica y política de España no deja de insuflar un poco de aire y de esperanza…
Y así expresa en uno de sus primeros párrafos que “el mercado no quiere que a España le vaya mal. Bajo ningún concepto. Porque España, efectivamente, no es Grecia. Es varias veces Grecia y como tal no se le puede "rescatar". Si España cae, adiós amigos, “un gusto conocerlos.” Al carajo el S&P 500, el Eurostoxx, Alemania y la UE.”

Y a continuación se plantea esta cuestión: Entonces, si el mercado no quiere que caiga España y los presupuestos son muy conservadores y reducen el déficit... ¿qué pasa?

Que ni lo uno ni lo otro. A los inversores de renta fija soberana, por definición los inversores más conservadores del mercado, no les convencen los presupuestos por la parte de los ingresos, que parecen muy optimistas, ni por la de los gastos. No se reduce el peso del Estado en la economía, sube la deuda sobre PIB hasta el 78%, lo que supone casi el 120% incluido comunidades autónomas y deuda garantizada por el Estado, déficit de tarifa, etc, y el "ahorro" total equivale a la cantidad que España se gastará en pagar intereses. Si la deuda absoluta sube, se recorta para pagar intereses pero se mantiene la estructura de un estado y regiones hipertrofiados, no es austeridad, es mantener el despilfarro público. Sólo un cambio radical sobre éste último punto mejoraría nuestra calidad crediticia

Pero el problema es que España no puede ser rescatada. Costaría, tirando por lo bajo, 500.000 millones de euros y eso no se lo puede permitir la UE. Sobre todo porque mientras hablamos de España, Francia se acerca también al territorio de peligro, ya que va "pegada a las curvas" con una deuda sobre PiB que alcanzará el 100% en 2014 probablemente

Y añade una consideración para reflexionar:”Los españoles, tan embebidos en derechos adquiridos y prebendas, parece que pensamos que el dinero es gratis y que nos lo merecemos ("bueno y qué"). Parece que el gasto público (político, no público) que tan machaconamente se preconiza no se pagase con impuestos y dinero que pedimos prestado con unos intereses. Y los que nos prestan el dinero tienen la fea manía de esperar recibir ese dinero de vuelta.

Y al final concluye:”Tengan ustedes clara una cosa. Nadie, ningún inversor desde luego, exige que el país deje de gastar en servicios básicos, educación, salud o investigación. El inversor solo pide que se ajusten los gastos a los ingresos. Los que deciden recortar esos gastos esenciales pero mantener coches oficiales, televisiones autonómicas, empresas zombi, administraciones multiplicadas por 17, embajadas, subvenciones y subsidios…”

Solución, claro que la hay. Cercenar gasto político y hacer presupuestos en base cero. Con valentía. Adecuar gastos a ingresos. Bill Gross, de PIMCO, decía “Grecia es un grano, Portugal una calentura, pero España un tumor". La deuda no se arregla con más deuda.

Y el colofón no tiene desperdicio:

España es el puente entre la recesión y la recuperación mundial. Somos mucho más importantes de lo que creemos. No me creo que no podamos reducir un estado hipertrofiado. Es hora de hacer conciencia y decidir donde queremos ir. La historia no nos lo perdonará
FUENTES:
DANIEL LACALLE
COTIZALIA(Artículo completo).

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