miércoles, 26 de octubre de 2011
CUIDADO CON LOS "ATRACONES"
Paseando por la bloguería se encuentra uno con informaciones de todo tipo que pueden determinar o merecer construir un post para nuestro humilde blog... Se trata de dos informaciones relacionadas con la "casa real" que tienen que ver con la real cosa...Me refiero a los llamados "atracones". Y son dos que afectan a la real cosa de la casa real.
La primera me refiero a la trastienda de los premiso Príncipe de Asturias. Y dice así:
La inolvidable “fartura” de los príncipes en el pueblo asturiano de San Tirso de Abres.
Tortilla de torreznos y picadillo, chorizo de gocho asturcelta, rapela rellena de tocino, lacón con grelos, truchas y callos con garbanzos
Las comilonas de los pueblos asturianos dan para alimentar a un regimiento de hambrientos guerreros tras un combate en el frente. Ante la visita de los Príncipes de Asturias con motivo de la entrega del Premio de Pueblo Ejemplar a San Tirso de Abres, los vecinos tiraron la casa por la ventana en la comida de campo para toda la comunidad. Una subida del colesterol a niveles de infarto. El desquicio de la dietista de la princesa doña Letizia, experta en el cómputo de calorías, acostumbrada a medir y pesar todos los meses a las infantitas Leonor y Sofía. Hay quien cuenta que la princesa encargó un estudio especial de nutrición a Suiza para adaptar su alimentación a los nutrientes más sanos. No obstante, durante la visita a Asturias se olvidó de la dieta. Los productos de la tierra fueron las estrellas del banquete y el príncipe don Felipe se marchó para Madrid satisfecho. Mientras el presidente Francisco Álvarez-Cascos se aflojaba el cinturón…
Quesos de las principales denominaciones de origen de la zona: Oscos y Taramundi, en especial gustó el queso de cabra curado, oreado con avellanas y nueces.
Las bondades del gochu asturcelta.
Un excepcional cerdo asturcelta, criado libre por los campos a base de bellotas y castañas. “Nada que envidiar al ibérico”, comentan. Sus productores aprovecharon la oportunidad para dar a conocer sus múltiples aplicaciones: tortilla de torreznos
y picadillo; rapela rellena de tocino y chorizo de gocho asturcelta. La proximidad a Galicia también estuvo presente en el menú con un lacón con rabizos, más conocidos como grelos. Otro de los manjares de la jornada fueron las truchas del río Eo escabechadas, y para rematar la faena unos callos con garbanzos, por si alguien había quedado con hambre. En la lengua asturiana se llama “fartura” a un atracón hasta la saciedad, en esta ocasión podría desembocar en indigestión. “Una fartura tres dís dura”, predice un comensal. Entretanto, los campechanos vecinos de San Tirso invitaban a sus Altezas a degustar una cazuelita: “Caya Oh, sírvete un puquitín más”.
Fartures de memoria barrigaes de fame...
El postre fue más ligero, compota de manzana con requesón y miel, y una rosca de Jueves Santo de San Tirso. El maridaje naturalmente asturiano con sidra escanciada y vino de Cangas. Desconocemos si la alcaldesa preparó un tuper para que probaran los reyes y las infantitas en Madrid pero alguna rosca seguro que sí metieron en el equipaje principesco. Don Felipe entregó el premio al Pueblo ejemplar al concejo más occidental de Asturias por su “compromiso con la tradición” y por “combatir durante años el aislamiento y el olvido”. Ahora ven el futuro con optimismo, como dice un refrán asturiano: “Fartures de memoria barrigaes de fame” que viene a significar algo así: “no hay que hacerse falsas ilusiones”...
Pero antes ya se habían “puesto en forma”nuestros príncipes en el Hotel Reconquista. Más a lo fino pero bien también y si no fijaros en el menú de la cena:
Crujiente de quesos
En los aperitivos se sirvió jamón de pata negra, Joselito Gran Reserva 2008. Además de una selección de productos asturianos de primera: quesos de afuega´l pitu del Rey Silo; de Varé y ahumado de Pría. La histórica crema de nécoras (andaricas) de Prendes; crujientes de queso; tostas de anchoa; sardinas en verde; pulpitos del pedreu con pimentón; cebollitas rellena de pisto de bonito y croquetas de bugre (bogavante).
Como platos principales destacaron: la merluza del Cantábrico en salsa marinera. “Simplemente para quitar el hipo”, declara nuestro confidente. Además de un arroz con pitu de caleya (pollo casero). Para rematar la velada: torrijas caramelizadas, helado de arroz con leche, rocas de avellana y trufas de chocolate.
Como maridaje los vinos de la Casa Masaveu fueron las estrellas de la noche. Un blanco Fillaboa, Albariño de las Rías Baixas del 2010; tinto de Rioja de Veguín de Murúa del 2000 con aromas de frutas del bosque y compota de ciruelas; y la reina de la Casa Masaveu, sidra Valverán champanizada Brut. A la hora de los brindis se eligió Cava Freixenet Reserva Real y Elyssia.
En los ambientes gastronómicos del Principado, al conocer los pormenores del menú, se criticó que los vinos y embutidos no fueran asturianos. “Que pongan jamón de jabugo de Noreña y champagne de Lugones, hay que hacer patria”, espetan.
Esto más que atracón es un atentado a la supuesta imagen de austeridad que en tiempo de crisis se debería de trasladar. Pero bueno peor es esta noticia que se recoge también en los blogs sobre el comportamiento de los allegados a la casa real.Son otros dos "atracones":
Érase que se era, un muchacho del norte de lo que llaman España, que no valía para estudiar y como era grandote, su papá lo puso a jugar al balonmano. El tipo tenía una novia y faltando un mes para casarse con ella, la Infanta Cristina se enamoró de él. Entonces cambió su vida.
A los doce meses se casó con la Infanta (la novia de toda la vida se quedó compuesta y sin boda) y tuvieron cuatro retoños. Ella trabajaba en la Caixa de Asuntos Sociales. Él, como no tenía oficio ni beneficio, lo colocaron en el Comité Olímpico Español.
Pasaron seis años y compraron un palacio que valía dos mil millones de las fenecidas pesetas, que después restauraron con dinero de La Caixa. Hace año y medio, se descubrió que faltaban (no nos han precisado de dónde) dos mil millones de las fenecidas pesetas y se investigó el caso, resultando que, según las malas lenguas, el señor marido de la Infanta, los había desviado a sus cuentas corrientes.
A consecuencia de la investigación, el muchacho fue enviado a Washington. Hace cosa de un año que la Infanta Cristina vive en España con sus hijos, él sigue en Washington y no ha vuelto a regresar por el solar patrio.
¿Y qué decir de ese otro que parecía tonto cuando lo compraron? El Marichalar, como es conocido en la prensa rosa, ex marido de la infanta Elena (menos agraciada que Cristina, física y mentalmente), le ha sacado a la Casa Real tres millones de euros por el divorcio y la separación. Vaya par de joyas, perdón, de yernos, que el destino le deparó al Borbón. Y eso que no son palos de la misma astilla.
Ya lo dice el eslogan: “Spain is different". Por eso aunque impongan un manto de silencio sobre estas historias Reales, de todo se entera la gente. Se enteran hasta los animalitos, como los ratones y las ratas de Palacio.
Estos dos últimos atracones se reproducen del blog de JMÁlvarez y la foto también.
El texto sobre los atracones gastronómicos tienen como fuente http://www.parahoreca.com/newsletter/
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