martes, 21 de diciembre de 2010

CARTA DE UN ESCÉPTICO A...


Ayer,día 20, se celebró el Día del Escepticismo. He leído sobre el escepticismo, el escepticismo filosófico, historia del escepticismo, los escépticos más importantes, en distintas web y blogs. Y me ha parecido un documento muy revelador esta carta de un escéptico a un crédulo de Arturo Bosque en la revista Escépticos.es. Es un poco larga pero en ella se interrogan cosas como estas:

.Si existe una inteligencia superior y no interviene
¿qué diferencia hay en pensar que no existe?

.Yo no sé si existe una Inteligencia Superior y tú crees que
existe, pero no sabes qué es. No sé si nos diferenciamos
mucho. Yo me quedo en el plano experimental y tú añades
un concepto del que desconoces todo.



La carta tiene este contenido:
Durante ocho años estudiamos juntos. Cuando teníamos dieciocho
años, nuestras vidas divergieron y nos volvimos a
encontrar cuarenta años más tarde sin haber tenido ningún
tipo de contacto. Mi amigo había recalado en la mística y yo
en el mundo del pensamiento crítico. ¿Qué había podido
pasar? Empezamos a cartearnos. Ésta es una respuesta real,
sólo modificada en aspectos puramente personales.
Amigo:
Cuando llegó tu carta la leí inmediatamente y la he releído
unas cuantas veces. Ninguna de las lecturas ha modificado
mi impresión inicial: te veo como perdido en un
laberinto y, lo peor de todo, sin salida. Todo dicho con la
máxima cordialidad, pero recordando que me has pedido
que sea crítico. Tu propio recorrido (Iglesia Católica,
Iglesia Adventista, espiritismo, contacto con el hinduismo,
budismo, antroposofía, teosofía, coqueteo con los
cátaros y parada en J. Krishnamurti, sin otear siquiera el
conocimiento científico actual) me reafirma en esa idea.
Afortunadamente, para poder entendernos, tenemos
una etapa común antes de nuestra divergencia: los
ocho años que estuvimos juntos. En el último tramo,
aprendimos cómo gente con
la cabeza tan despejada
como Aristóteles, Descartes,
Hume o Kant, entre otros,
construían unas teorías
sobre la realidad que, ahora,
tras la revolución científica,
parecen superadas, pero
ellos no tuvieron acceso a
los actuales conocimientos
que tiene la ciencia actual.
Lo que sí me quedó claro de
aquella época es que, con
sólo las elucubraciones del cerebro, es imposible acercarse
a la realidad. ¿Recuerdas aquel dibujo de Goya? “El
sueño de la razón produce monstruos”.
Para evitar éstos, es necesario tener una regla de

medir que nos diga cuando nos perdemos en nuestros
razonamientos. La regla es la propia realidad.
Desde el descubrimiento del método científico el
hombre ha dado unos pasos de gigante en el conocimiento.
Todo lo que no es comprobable y/o falsable no es
objeto de conocimiento científico. Eso excluye gran
cantidad de conceptos creados por la mente humana pero
que jamás han podido ser contrastados, entre ellos, el
más conocido es Dios. Es cierto que hay algún científico
que es, a la vez, creyente, pero si las creencias no se pueden
comprobar ¿cómo distinguir a Dios del Ratoncito
Pérez?
“El agregado de átomos no explica nada”, me dices.
En efecto, dicho así, no explica nada. Pero eso es una
simplificación de lo que ocurre.

Continuar en el enlace: CARTA DE UN ESCÉPTICO A UN CRÉDULO.En pdf es el último articulo:seleccionar en la columna de la izquierda.
O en el post anterior si te es más cómodo.

ENLACE ESCÉPTICO: Magufos.com

2 comentarios:

Siesp... dijo...

"Si existe una inteligencia superior y no interviene
¿qué diferencia hay en pensar que no existe?"

Amigo Marcelino, hace tiempo que no comentaba nada aquí, y nunca es tarde para expresarte mis buenos deseos en estas fiestas paganas fraudulentamente apropiadas por los ensotanados.

La frase que he entrecomillado es la madre del cordero de todas las cuestiones religiosas, y también de todas las supercherías paranormales.
Como decía el gran Sagan: ¿Qué diferencia hay entre un dragón invisible, incorpóreo, que flota, que escupe un fuego que no quema y que no hace ruido, y un dragón inexistente?

Esa es la clave. El Escepticismo no es una doctrina, es una HERRAMIENTA QUE FUNCIONA.

Un placer retomar tus lecturas.

Abrazos navideños, jejeje

marcelino dijo...

No entiendes,Siesp. Ese dragón trabajó mucho los seis primeros días y luego descansó, mejor dicho, al dragón de la cochera se le acabó el fuego, se hizo indolente y perezoso y lo dejó todo en manos de los asotanados y así lo de Haití, el hambre, la falta de agua, los niños y los hombres en guerras(y algunas las denominan religiosas), las esclavitudes de ayer y de hoy ahí están para su "vanagloria". El problema ya no es el dragón son los dragoncitos del vaticano, de la meca y de todo el mundo que nos comen el coco...El escepticismo está ya en el dragón principal y primero que aún está descansando de una obra de la cual cada vez mas somos los que razonamos que no produjo...Yo creo más en los estromatolitos. Gracias por tu comentario Siesp y te deseo felices estromatilitos para estas fiestas de fin de año y aún mejores para el año 2011.Hasta otra.