lunes, 13 de diciembre de 2010
MITOS CAÍDOS: Los libros perdidos
Nos referimos a los Diálogos perdidos de Aristóteles. Sus escritos supervivientes constituyen solo una fracción de su obra original(como una quinta parte) y aquellos ue poseemos son fragmentarios, fundidos de distintos textos combinados por editores posteriores a partir de las notas de Aristóteles para sus conferencias. ¿Cuáles de sus escritos han desaparecido? ¿Cómo se perdieron? Y lo más importante, ¿hay todavía posibilidades de que sean rescatados o recuperados?
Este problema no se da sólo con las obras de Aristóteles. La mayor parte de la literatura antigua se ha perdido y solo quedan pistas como listas de libros dadas en catálogos antiguos, resúmenes y bibliografías compilados por escritores posteriores… Muchas obras de la antigüedad son hoy conocidas solo a través de menciones ocasionales o citas sueltas sacadas de contexto.
Aristóteles fue uno de los pensadores más importantes de la Antigüedad por lo que la parte perdida de sus obras tiene una enorme importancia, pero sirve para ejemplificar los demás agujeros negros en la historia de la literatura clásica occidental, desde las obras épicas perdidas de Homero hasta las obras que desconocemos de Esquilo.
Las obras de Aristóteles pueden ser divididas en dos grupos: escritos esotéricos que eran los enseñados de forma oral y hoy conocidos como tratados que eran apuntes para conferencias que daba en la academia o liceo y por tanto no tenían la forma de libros propiamente dichos y no estaban destinados a la publicación. Podían ser notas tomadas por los estudiantes de Aristóteles…y estos son los textos que han sobrevivido. En la época clásica fueron recogidos alrededor de unas treinta obras o “libros” conocidos como Corpus Aristotelicum.
El otro gran grupo fue lo que Aristóteles denominaba escritos exotéricos(con x) destinadas al consumo público. Estaban redactados en su mayoría en la forma más popular del momento, el diálogo platónico en el que la obra se construía como una discusión entre dos personas. No obstante lo conocemos –pese a su gran fama- solo gracias a citas o fragmentos en los trabajos de otros escritores. Los catálogos antiguos como los de la biblioteca de Alejandría, efectuados por Diógenes Laercio, enumera más de ciento setenta obras. De estas sobrevive menos de una quinta parte…
¿Cómo se perdieron? La historia tradicional de lo que sucedió con la herencia literaria de Aristóteles tras su muerte proviene de los escritores Estrabón y Plutarco. Según sus relatos A. dejó sus obras a su sucesor en el Liceo y cuando este murió pasaron a manos de Neleo de Scepsis. La familia de Neleo ocultó luego el material en un sótano o foso para evitar que se lo quitasen los recaudadores de libros enviados por el rey. Allí languidecieron durante décadas en condiciones mucho menos que perfectas. En el siglo I a.C. los escritos fueron vendidos a un estudioso que se los llevó a Atenas donde en el año 86 a. C . se apoderó de ellos el general conquistador romano Sulla que los envió a Roma y se los vendió a Tiranión el gramático. No fue hasta el año 70 a.C. unos doscientos cincuenta años después de la muerte del gran filósofo que pasaron a manos de Andrónico de Rodas quien compiló por primera vez el disperso material acroamático o esotéricos en libros sistemáticos y organizados.Algunas obras, especialmente los Diálogos debieron estar disponibles durante dicho período pues habían sido publicados en forma de libro en vida del filósofoSe cree que la mayor parte de la obra de A. su destino fue el mismo que el de tanta otra literatura antigua. Esta consistía en copias manuscritas sobre caros papioros de cáñamo o pergamino hecho de piel animal. Podían hacerse pocas copias y el proceso de préstamo y copiado era muy difícil incluyendo la acción de los prestatarios que no devolvían el material. Dado que copiar era difícil y caro, solo los textos populares y muy solicitados podían divulgarse. Muchos documentos de de pergamino fueron reutilizados como polimpsestos lo que implicaba rascar la capa superior de modo que pudiese escribirse material nuevo sobre la misma superficie e incluso las copias que se producían eran muy frágiles y conservar colecciones de libros dependía de bibliotecas con fondos adecuados y administradas por profesionales y estas dependían de que los Estados fueran ricos y estables lo que no era frecuente. En tiempos de guerra e inestabilidad social las bibliotecas eran vulnerables al saqueo, los incendios, las inundaciones, la destrucción deliberada o el simple descuido.
Cuando cayó el Imperio Romano y la Edad Media se extendió por Europa las copias de los Diálogos eran escasas. La pregunta que nos podíamos hacer sería esta: ¿Podrían algunas copias haber sobrevivido en algún lugar a todas las circunstancias?
A finales del siglo XIX el descubrimiento de antiguos papiros en Egipto abrió esperanzas para los estudiosos de Aristóteles. En 1880 fueron descubiertos en Egipto y adquiridos por el Museo Egipcio de Berlín fragmentos de una copia de una obra perdida de Aristóteles, La Constitución de Atenas, el más importante de una serie de ciento cincuenta y ocho tratados sobre las constituciones de los Estados griegos escritas por los grandes hombres y algunos de sus pupilos. Luego en 1890 un grupo de cuatro papiros con una copia completa del mismo tratado fue descubierta por un misionero estadounidense en Egipto y vendida al Museo Británico.
Inspirados por este descubrimiento dos jóvenes arqueólogos de la Universidad de Oxford, Grenfell y Hunt comenzaron a excavar antiguos montículos de desperdicios en Oxirrrinco, al sudoeste de El Cairo, capital de una provincia del Egipto ptolomeico-griego y luego romano. Y entre papiros de contenidos de impuestos y contabilidad encontraron otros con contenidos literarios, poemas de Píndaro y Safo, de Menandro y Sófocles y tempranos evangelios como fragmentos de los Dichos de Jesús o lo que se conoce como Evangelio de Tomás.
Actualmente no existe ninguna perspectiva específica de descubrir los Diálogos perdidos pero la esperanza no se pierde… Los sitios más obvios son los monasterios de Europa y Oriente Próximo y en el mundo islámico… como es el caso de los rollos del Mar Muerto en el que una comunidad monástica en la zona del desierto desenterró documentos bastante bien preservados y quizá existan otras colecciones semejantes esperando ser avistadas por un arqueólogo, un cazador de tesoros o un joven pastor…
Del libro Símbolos perdidos de Joel Levy.
ENLACE: http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/perdido.pdf
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