Volar con ellas
Un pájaro es examinado por Tamas Nemeth de la Sociedad de Ornitología húngara en el día europeo de la observación de aves, en el Jardín Botánico de la Universidad de Debrecen, a 245km al Este de Budapest, Hungría. (Foto: EFE / Tibor Olah)
JOAQUÍN ARAÚJO
(De El Mundo,de NaturalBlog)
6 de octubre de 2008.- Los pasados viernes y sábado fueron sendos días de las aves. Dos, por primera vez, en lugar de uno. Cunde pues esto de convocar al país entero a la observación de los vertebrados que algunos preferimos llamar nómadas del viento o arte del aire.
Los pájaros, en efecto, llevan puesto, desde siempre, el traje de la poesía. Son leves, coloreados, cantan, se atreven a recorrer inmensidades y, sobre todo, convierten nuestra mirada en otro tipo de ave. Poco nos hace tan sencillamente alegres como esto de que nuestros ojos levanten el vuelo. Todo lo que burla a los agrios grilletes que suponen contar, pesar y medir merecería un puesto destacado entre los benefactores de la humanidad. Los pájaros nos favorecen también por otras muchas bondades y servicios además de por ser invariablemente artísticos, relajantes, o mejor: libre compañía que nos hace libres.
Son productivos, excelentes indicadores biológicos, un filón inagotable de indagación científica, controladores vivaces de los competidores de nuestras cosechas. Por todo ello y, muchísimo más, se han convertido los ornitólogos en las más nutridas de todas las posibles bandadas. Dentro, claro está, del planeta de los naturalistas. No hay, en efecto, colectivo de aficionados a la vida espontánea más nutrido que el de los observadores, anilladores y defensores de las aves. De ahí que en el mundo existan unos dos millones y medio de ornitólogos asociados en las más de ciento cincuenta sociedades que existen en el planeta. Algunas con más de un millón de miembros como sucede con la inglesa. Por eso mismo los aficionados alcanzan casi siempre una capacidad similar a la de los profesionales.
Con todo, ahora que cumplo 40 años como miembro de la Sociedad Española de Ornitología, no puedo por menos que mandar un fraternal saludo a todos los pajareros españoles. Conviene celebrar, sobre todo, que ellos sean el punto de apoyo y despegue de lo más activo, preparado, tenaz y exitoso, del movimiento ecologista español. Y es que, por una vez, lo que casi no pesa, esas ternuras con plumas, han movido montañas.
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