martes, 20 de marzo de 2012

“QUE TE DEN MORCILLA” Y LORD BYRON


Este fin de semana he escuchado varias veces y en circunstancias diferentes una frase clásica cuyo significado original no conocía. La frase “que te den morcilla”.

Según mis informes parece ser que cuando te dicen esta expresión lo que están afirmando es el deseo de que te mueras…

Es una historia curiosa.

Hace ya mucho tiempo para eliminar a los perros callejeros en las ciudades se utilizaba un procedimiento drástico y sin contemplaciones, a decir verdad, inhumano y brutal. Los empleados de los ayuntamientos les daban a los pobres animales a comer morcilla con estricnina, un fuerte veneno. De ahí la frase o el dicho “que te den morcilla” signifique desearnos la muerte como a los pobres caninos. Bueno, esto llevaría a otro dicho también habitual: “muerto el perro, se acabó la rabia”.

Hoy en día afortunadamente el trato a los animales y a los perros, en general, está muy lejos de estas actitudes y expresiones siendo como mal menor recogidos en perreras municipales y siendo rehabilitados y recuperados para otros nuevos dueños y destinos.

Lord Byron fue quien dijo que "cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro". Con lo que se quiere indicar que a veces para el hombre es más tranquila la compañía de este animal que la de otro ser humano…la falta de afecto puede compensarse con la fidelidad y aprecio de los caninos aunque también puede llevar a excesos o desviaciones no apropiados. No deberíamos dar más afectos a un ser irracional que a cualquier hombre…pero los cierto es que a veces el propio hombre es menos fiel que nuestras propias mascotas…

Cada vez hay más perros y, cuanto más avanzada es una sociedad, la estadística constata que la proporción de canes por humano es mayor. Tanto es así que en algunos países hay ya menos niños que mascotas por familia. Un perro no suele rebelarse contra sus dueños cuando alcanza la adolescencia, no hace botellón ni envenena estúpidamente su organismo. Tampoco te echa en cara tu decrepitud, ni se atrinchera en casa hasta los 35 como una ameba en el intestino. El perro nunca muerde la mano que le da de comer. Lo efímero de su ciclo vital hace que algunas personas que han querido a un animal no deseen poseer otro con tal de no sufrir su pérdida.

Para muchos mayores, en cambio, un cachorro les da vidilla y también les reconforta pensar que pueden envejecer juntos. Esta creciente posición de los canes en la existencia de los humanos empieza a dar problemas legales hasta ahora exclusivos de las personas. Antes, un perro era sólo un perro y ahora algunos ejemplares consiguen que sus dueños se disputen su compañía en los juzgados… Tienen "la grandeza de los grandes hombres y ninguno de sus defectos", decía un sentido epitafio. El que lord Byron escribió a su perro.

Aquí el epitafio:
"Aquí reposan los restos de un ser que poseyó la belleza sin la vanidad, la fuerza sin la insolencia, el valor sin la ferocidad y todas las virtudes de un hombre sin sus vicios."




Lord Byron para su perro “Boatswain".






ENLACE: http://www.mundoperros.es/perros-famosos-iii-%C2%B7-el-epitafio-de-boatswain-el-perro-de-lord-byron/

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