Una joven acude a su trabajo de camarera como todos los días. Es el día después de la reforma laboral. Pese a todo está tranquila. Esta calma se rompe a la hora de salir, cuando su jefa le entrega una carta. En ella, reza una lacónica nota mandándola sutilmente a la calle, pero eso no es todo; su indemnización se ha reducido a la mitad de lo que hubiera sido hace dos días.
Otro joven acude a firmar el paro con renovada ilusión. Lleva dos años sin empleo y mantiene a duras penas la hipoteca de su casa y el cuidado de su hija, gracias a la ayuda familiar. Pero ha leído que la reforma laboral va a generar nuevas oportunidades para los parados y que empezará a crear empleo. Pierde la esperanza conversando con el funcionario de la ventanilla, que le indica que lo único que se prevé es facilitar el despido y hacer más llevadera la labor patronal. Nuestro muchacho da con una persona sincera y honrada, que no ha querido engañarlo y él agradece la falta de tapujos.
Es el drama laboral de la juventud. Alrededor del 46% de los jóvenes en todo el Estado se encuentran en paro. De este dato estremecedor, Canarias se encuentra a la cabeza. Nuestros jóvenes también soportan la cifra más alta del Estado en cuanto a contratos precarios. La última reforma laboral del gobierno español, no ha hecho sino hurgar en una herida ya muy profunda.
Somos jóvenes y entendemos los problemas a la hora de acceder a un trabajo decente. No se valora la formación, el estudio o la diligencia. Solo vale el balance de cuentas. Trabajamos en condiciones precarias y además vivimos amenazados porque dejemos de ser rentable y nos despidan. Ahora "los populares" no solo no le han quitado la pistola al empresariado, sino que además les han dotado de tanques de guerra para asustar. Nuestra ejecución laboral es inminente.
FUENTES:
Raúl Vega en Canarias-semanal
http://batijero.blogspot.com/2012/02/armados-para-una-ejecucion.html
POST DATA:
Hoy ha sido el debate en el congreso sobre la reforma laboral. Sobrado de votos y de apoyo y sumando su propia mayoría absoluta sin embargo “la felicidad completa no existe porque si así fuera la reforma laboral que ha puesto en marcha el Gobierno tendría, además, el apoyo de los sindicatos. Esto es lo que hubiera deseado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que nada más aprobarse el decreto ley que contiene la reforma se felicitó pero echó de menos “el apoyo de las centrales sindicales”. No puede estar insatisfecho, sin embargo, porque a pesar de no necesitar los votos, con sus 185 le sobran, se han sumado CiU, UPN y Foro Asturias; total, 197 y 142 en contra. La división casi obedece al esquema clásico de izquierda–derecha, aunque la complejidad del entramado político español se pone de manifiesto en la correlación de fuerzas. Del lado contrario a la reforma se sitúan el PSOE, Izquierda Plural, ERC y Amaiur (de izquierda), pero también UPyD, Coalición Canaria y el PNV”.
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