domingo, 1 de abril de 2018

LAS PAREIDOLIAS DE VER LO QUE NO HAY

¿La semana que llamamos santa es un conjunto de imágenes que nos hacen ver en nuestras mentes formadas  a lo católico o cristiano otras cosas que la realidad histórica no nos lo dice claramente?
¿El nacionalismo catalán es otra realidad que sólo existe en la mente de algunos catalanes?
¿Ver en las fotografías de Marte figuras geométricas o sombras que parecen representar algo con vida o animado es realidad o de alguna manera nuestras neuronas crean algo que tiene que ver con algo deseado?
Ver lo que no hay es un fenómeno que en psicología se denomina Pareidolia. Nuestro cerebro tiende a percibir por ejemplo caras en objetos inanimados. Vamos a comprobar

La pareidolia tiene su origen en la complejidad del mundo y de como lo percibimos a través de nuestros sentidos. El mundo es conjunto complejo de paisajes con elementos naturales distintos que se amontonan unos con otros. Las montañas, los ríos, los árboles y bosques, selvas, la lluvia, el viento y las estaciones hace que todo esto no sea algo fijo y si variable como las nubes en el cielo y las olas en el mar con sus tonos y sombras distintos... La vida animal también cambia de lugar, forma y aspecto infinitas veces y todo cambia a lo largo de una generación. La luz incide también de manera distinta según el día y las estaciones sobre todo lo que nos rodea y refleja de forma distinta, con matices variables de tal modo que nuestros sentidos son acribillados por infinitos matices... Como leo en Psicología y Mente "
"Por suerte, nuestro cerebro está equipado con algunos mecanismos para reconocer patrones y continuidades en medio de todo ese desbarajuste sensorial. Las redes neuronales son el medio perfecto para crear sistemas que se activen siempre igual ante estímulos aparentemente distintos. De ahí, que podamos reconocer a las personas próximas a nosotros a pesar de sus cambios físicos y psicológicos. De ahí también que podamos aplicar estrategias similares en diferentes contextos, aplicar lo aprendido a situaciones diferentes e incluso reconocer un plagio en una pieza musical. Sin embargo, esta capacidad tiene también un efecto secundario muy llamativo que recibe el nombre de pareidolia.
La pareidolia es un fenómeno psicológico consistente en el reconocimiento de patrones significativos (como caras) en estímulos ambiguos y aleatorios.
Según nos explica Adrián Triglia
Nuestros cerebros están dotados de unos circuitos específicos que se activan para procesar la información visual relativa a las caras de manera distinta al resto de datos, y la parte del encéfalo que contiene estos circuitos es también la responsable del fenómeno de la pareidolia. 
Esta estructura se llama giro fusiforme, y en cuestión de centésimas de segundo nos hace ver caras allí donde las hay, pero también allí donde no las hay. Además, cuando ocurre esta segunda posibilidad no podemos evitar tener la fuerte sensación de estar contemplando a alguien, aunque ese alguien sea en realidad un grifo, un peñasco o una fachada. Ese es el poder subconsciente del giro fusiforme: lo queramos o no, se activará cada vez que veamos algo que recuerda vagamente a un rostro. Es la contrapartida por haber diseñado un cerebro que está preparado para enfrentarse a gran cantidad de estímulos cambiantes e imprevisibles.
Así que, aunque por culpa de estas pareidolias a veces nos sintamos vigilados..."
Hay imágenes o pareidolias espaciales como estas: bacterias en Marte del cráter Proctor.

pareidolia
Otra pareidolia es la que forman estas dunas marcianas que parecen emblemas de la flota de Star Trek
pareidolia

Otra pareidolia muy famosa es la fotografía siguiente donde se ve la cabeza de Cristo y que realmente es un bebé con un sombrero en los brazos de su padre.

Otros ejemplos en estos enlaces:

EMEZETA

PAREIDOLIA WIKIPEDIA

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