miércoles, 13 de octubre de 2010
Temor no confirmado...
Me alarmé esta mañana cuando veía por las televisiones los últimos preparativos de los ingenieros y técnicos sobre la jaula para el rescate de los 33. Ver aquellos martillazos sobre el anclaje de las ruedas que deberían deslizarse sobre el tubo principal, introducirlas manualmente y corregirlas a base de golpes y al apretar manual de tuercas me produjo una gran alarma. Me parecía algo improvisado pero muy alejado de una tecnología avanzada y moderna. Había oído hablar que la Nasa y las grandes potencias estaban allí con su poder tecnológico contribuyendo desinteresadamente ...o algo similar ofreciendo la ayuda correspondiente para casos de emergencia humanos pero yo lo que veía con mis ojos era una ingeniería "casera". No veía robots ni elementos de técnica del siglo actual: sólo esta se refería a la sonda capaz de visionar y conectar con los mineros de los setecientos metros de cautiverio involuntario. Menos mal que mis temores no se confirmaron. El trabajo sencillo, eficaz y humano de los técnicos de verdad chilenos han producido el milagro de sacar vivos y sanos a esos sencillos y humildes mineros. Me alegro de que mis primeras malas impresiones no se hicieran realidad.
Afortunadamente ingenieros de a pie, de los que con sus botas y guantes se manchan con la tierra y el mineral han sabido dar solución modesta, callada y eficaz y eficiente a un problema tecnológico de primera mano. Esa sonda, esa planificación anterior y posterior al rescate me ha parecido un ejemplo de entrega y de inteligencia colosal. Y sin ayudas supertécnicas, sin apoyos militares de esos, sin fuerzas de ocupación, sin publicidad de personas ni de financieras se ha llevado a cabo un rescate donde el valor humano ha predominado sobre todo lo demás. Enhorabuena.
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