... LO QUE DIOS QUIERA

En la Biblioteca de Villa-Magdalena miro las estanterías con lomos de libros usados, de préstamos leídos. De editoriales distintas ojeo distraídamente hasta que  encuentro la portada de un niño sonriente con una gran gorra en su cabeza, con pantalones cortos y enormes y flequillo ilusionante  ...La niñez huérfana, las carreras entre Stalin, Hitler y Churchill hasta la Catedral, Oviedo y Asturias revolucionaria en la infancia de los años 1925 y 34 y en la tensión de la guerra civil desde las posiciones republicanas a las militares y falangistas en el cerco de Oviedo en los años 36 a 39, la evolución de la vida por derroteros no siempre esperados...

,

Como magistralmente escribe el autor del libro, Luis G. Montero,  en esta biografía que es historia e  intrahistoria a la vez, "dominan los cielos azules, las mañanas de sol, los atardeceres suaves, los pantalones cortos y un barrio casi asaltado por el olor del campo con el andar tranquilo de las vacas por el día y el canto de los grillos por la noche"... Pasan por aquí los líderes europeos desde Stalin a Churchill con "el bigotes" por allí, los pedagogos y maestros, los falangistas y el coronel Aranda y el comandante Caballero, y los moros y los aviones, las balas perdidas y los refugiados en un armario... Mañana no será lo que Dios quiera es un hermoso libro donde la nostalgia, el miedo, la ilusión, el dolor por la muerte, el temor por la vida, los disparos, las miradas, los silencios, la poesía, la prosa fluída precisa y preciosa es pura literatura... 

Joaquín Sabina el 1 de junio de 2009 escribió un hermoso artículo sobre el libro, sobre el protagonista y sobre el autor que es bonito leer. Así dice Sabina:  

    "El padre muerto prematuramente, el hermano asesinado, Maruja, la hermana depurada (que se decía entonces), la casa familiar convertida en pensión de militares fascistas, el moro amigo, la primera guitarra, la taberna, los Taibo, Manolito Lombardero, tía Clotilde, Oviedo, la pobreza, la incuria, la esperanza ilustrada y tricolor, el sangriento debut de un tal Franco en Asturias, los rojos fugitivos escondidos temblando de miedo en alacenas, las primeras lecturas, la solidaridad en el espanto. Aquel niño, aquel alevín de poeta con su gorra y su flequillo y sus pantalonazos tuvo la inmensa suerte, entre tantos escombros, entre tanta ruina, entre tanta desgracia, de encontrarse tantos años después con otro enorme poeta llamado a darle voz, a darnos voz a todos los vencidos."

Lo único que a mi me cabe decir es lamentar no haber leído esta joya hasta este febrero de 2020.

ENLACES:

Luis G. Montero

Ángel González
Biografía