domingo, 15 de diciembre de 2019

MÚSICAS DE ESTADO

La sonata para piano número 21 de Schubert fue la música del golpe de estado del 28 de noviembre de 1966.
La séptima Sinfonía de Beethoven fue la música de fondo del golpe de estado del 9 de noviembre de 1976.
El bolero en do mayor de Chopin amenizó otro golpe de estado con fecha 3 de septiembre de 1987...
Esas fechas corresponden a la historia de ese pequeño país africano denominado Burundi y se refieren a los tres golpes desarrollados en los gobiernos de Michel Micombero, Jean Baptiste Bagaza y el de Pierre Buyoya.
Y el  21 de octubre de 1993 El ocaso de los dioses de Wagner sonó para enmarcar la muerte del todavía nuevo presidente Melcchior Ndadaye y cuando a las once de la noche cesaba la música un locutor anunciaba que se establecía el toque de queda, el cierre de las fronteras, se prohibían los desplazamientos, las reuniones de dos o más personas...
Otro tipo de golpes en aquella región eran repentinos y no esperados. Un estruendo se producía "a la vez que descubríamos una ancha fisura en el patio de la casa o en la calle principal junto con otras secundarias en otras fincas o en otras plazas... la tierra temblaba otra vez más para los habitantes de aquel país, de aquel rincón del mundo que vivían sobre el eje de una gran falla, en el mismo lugar dónde África se fractura..." "Las gentes de esa región eran como esa tierra. Bajo la calma aparente, fuerzas subterráneas, oscuras,  producían de continuo violencia y destrucción como en las ráfagas de viento de los años 1965, 1972 y 1988..."  Las pugnas entre los hutus y los tutsis producían una continua inestabilidad política y social.
Así nos recuerda Gael Faye, en su bonito libro PEQUEÑO PAÍS la historia de Burundi y Ruanda durante su juventud, el episodio de la marcha a Europa, su emigración, su vida europea frente al recuerdo de sus vivencias infantiles y juveniles donde se mezclaba la dulzura de los juegos inocentes con  la naturaleza bajo los mangos, la oposición entre el  calor de la familias y el fragor de las luchas tribales entre las etnias... El protagonista Gaby vuelve, tras el exilio forzado por el desorden social, a su país y se reencuentra con su pasado reviviendo los hechos que le obligaron a la pérdida de su inocencia y a su emigración a Francia. Muestra con mucha sencillez cómo se rompe su niñez por causa de las tensiones sociales y cómo el ambiente del país va penetrando en su familia y la violencia se inserta en el mundo de los más pequeños.
Emocionante es cómo describe la relación entre la música y los golpes de estado sucesivos que ocurren durante su infancia y cómo describe la inestabilidad de África no sólo en lo familiar o personal sino también en lo general. La inestabilidad es política, es social pero también es geológica(los terremotos) y hasta atmosférica (vientos)… Todo se movía bajo los pies de Buyumbura.

Recordar el genocidio de Ruanda(paralelo al de Burundi) es aproximarse y recordar lo ocurrido en la vida del joven Gaby.
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5 comentarios:

marcelino dijo...

El título del post debería ser músicas golpes de estado. La historia reciente de Burundi registra golpes de estado en los que las piezas citadas eran el fondo musical de políticas violentas...

marcelino dijo...

Lo interesante sería saber qué sentido tiene relacionar golpes políticos de estado con la música clásica sobre todo...Si es cierto que las revoluciones y los movimientos sociales "crean" melodías es el caso de la revolución francesa, de la música nacionalista, canciones de guerra civil o los himnos de cada país, nación...

Anónimo dijo...

Deberías desarrollar más el tema.Seria interesante.

Anónimo dijo...

Enlace bolero Chopin no es correcto . A corregirlo.

marcelino dijo...

Corregido enlace bolero Chopin