lunes, 21 de octubre de 2019

"EL MERCADER DE LA MUERTE"

Hace 186 años, un día como hoy, 21 de octubre, nacía "el dinamitero". No fue por generación espontánea su afición por los explosivos pues su padre, ingeniero, ya probaba sustancias para facilitar las construcciones pero no lo hizo con suerte pues tal actividad le llevó al fracaso. Pero el hijo del ingeniero fue llevado con sus hermanos a Rusia donde el padre se dedicó al diseño de minas navales para el zar de Rusia. 
El hijo de Immanuel  pudo estudiar en el extranjero y así lo vemos en París colaborando con un químico,Théophile Pelouze y con un italiano llamado Ascanio Sobrero. Éste, años atrás, había inventado una sustancia llamada nitroglicerina que por otra parte le traía muchos dolores de cabeza puesto que había comprobado su peligrosidad y delicada manipulación. El joven hijo de Immanuel no se asustó y procuró investigar mezclando con otros elementos y descubrir su mayor potencial: la mezcla de la nitroglicerina con tierra de infusorios o con serrín produjo la dinamita...
En 1866 un barco con doscientos barriles de la nueva sustancia explota en Panamá y mata a 47 personas, otras catorce personas mueren en San Francisco y otro navío estalla en Sidney. En la guerra Franco-Prusiana primero los prusianos y después los franceses produjo víctimas... la idea del hijo de Immanuel era producir un material que tuviera tal efecto devastador que la guerra fuera imposible por el miedo de las naciones a utilizarla... Estamos ante la figura de Alfred Nobel.

"Nobel alternó los éxitos con los sinsabores. Entre los primeros, la invención de la espoleta y otras muchas patentes. Entre los segundos, las explosiones que costaron la vida a varias personas — incluyendo a su hermano Emil en 1864— y que llevaron al gobierno sueco a prohibir estos experimentos en la ciudad de Estocolmo. Esto, a su vez, llevó a Nobel a situar su taller en una barcaza sobre el lago Mälaren."
"Fue por entonces cuando Nobel obtuvo el mayor de sus logros: mezclando la nitroglicerina con tierra de diatomeas creó una pasta más estable y manejable, que en 1867 patentó bajo el nombre de dinamita. Más adelante llegaría la gelignita, una sustancia gelatinosa aún más potente y segura, junto con otros productos como la balistita. Los explosivos creados por Nobel se extendieron rápidamente por todo el mundo y aportaron grandes beneficios a la ingeniería y la minería. Pero inevitablemente, también se emplearon de forma intensiva con fines bélicos. Y Nobel no era ni mucho menos ajeno a estos intereses: en los últimos años de su vida dedicó la mayor parte de su esfuerzo al desarrollo de armamento y munición."
Como afirma Javier Yanes en Openmind Nobel "llegó a forjarse una reputación muy diferente de la que hoy adorna sus premios. En su correspondencia con la autora y pacifista austríaca Bertha von Suttner, Nobel defendía su postura alegando que pretendía inventar el arma definitiva para poner fin a todas las guerras. Pero su discurso no convenció. Se dice que, cuando en 1888 murió su hermano Ludvig, un periódico francés que confundió la identidad del fallecido con la de Alfred publicó un obituario titulado: “Ha muerto el mercader de la muerte”. Y que a Nobel este resumen de su legado le produjo un efecto devastador.
Carta de Nobel a Bertha von Sttuner


No parece claro si la historia es cierta o solo una leyenda. Pero cuando en su testamento Nobel decidió destinar su fortuna a instituir los galardones que hoy conocemos, a muchos les sorprendió sobre todo el premio dedicado a la paz. Si fue la influencia de Von Suttner o la del presunto titular, es algo que Nobel se llevó a la tumba. Pero si buscaba que la posteridad asociara su nombre más al beneficio de la humanidad que a la guerra, no cabe duda de que lo consiguió con creces.
Alfred Nobel: "el dinamitero" o"el mercader de la muerte." Son títulos que recibió en distintos momentos de su vida. No fue tenido en vida por un defensor de la paz y si más bien como un causante de mayores desgracias y un especulador con la muerte.

FUENTES:


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Alguien dijo por ahí que la vida era todo lo que te ocurre y que nunca pensabas que te podía ocurrir. Yo creo que esto es lo que le pasó a Alfred Nobel.

Anónimo dijo...

Alguien dijo por ahí que la vida era todo lo que te ocurre y que nunca pensabas que te podía ocurrir. Yo creo que esto es lo que le pasó a Alfred Nobel.

Anónimo dijo...

Lo que está claro es que Alfred deseó en todo momento hacer el bien y tal llegó a ser su remordimiento que el reparto de la herencia al final-con el disgusto de sus herederos- fue la acción definitiva que hace posible que hoy tenga el reconocimiento de todos.

Anónimo dijo...

Un recordatorio y un aniversario oportuno. El hombre fue incomprendido pero luchó con firmeza por su ideal de paz aunque de forma incomprendida por muchos de sus contemporáneos.

marcelino dijo...

Lo de dinamitero es totalmente injusto y lo de mercader menos. Fue un incomprendido. Pero hoy en día está totalmente reivindicado.

Anónimo dijo...

Lo estoy releyendo otra vez.

Anónimo dijo...

¿Y quién le dará el NObel a Alfred?

Anónimo dijo...

La vida es paradójica muchas veces y en el caso de Alfred Nobel sobremanera. Al final la decencia triunfó afortunadamente.