miércoles, 1 de julio de 2009

CONSIDERACIONES


Descripción de la mentira




El óxido se posó en mi lengua como el sabor de una desapari-
ción.

El olvido entró en mi lengua y no tuve otra conducta que el
olvido,

y no acepté otro valor que la imposibilidad.

Como un barco calcificado en un país del que se ha retirado el
mar,

escuché la huida de los insectos y la retracción de la sombra al
ingresar en lo que queda de mí;

escuché hasta que la verdad dejó de existir en el espacio y en
mi espíritu,

y no pude resistir la perfección del silencio.

Antonio Gamoneda en Descripción de la mentira


Leo en La Nueva España un artículo sobre las Memorias de Antonio Gamoneda, poeta. En su pie de foto se lee: "La democracia es la máscara sonriente del capitalismo; no tiene interés para mí". En su libro "Descripción de la mentira" afirma no de manera expresa pero sí como componente interno o pensamiento constante que "...teníamos la sensación de que nuestro pensamiento, nuestros deseos, nuestras metas no se habían logrado o habían sido despojadas de sus valores principales.Sí, aparecía la perspectiva de la democracia, pero la democracia resulta ser la máscara sonriente del capitalismo. Realmente-continúa Gamoneda- el poder superior dentro de todas las democracias que existen en el mundo no es político, es económico, esté quien esté al frente en el aparato gubernamental, apenas importa que sea un partido que se autorreconoce como de derechas o de izquierdas." A mi me parece que esto es cierto y va ligado a la crisis de la izquierda en casi toda Europa e incluso en América y en la mayor parte de los paises democráticos. Ya dejamos fuera a los países en vías de desarrollo o subdesarrollados donde la empresa privada y la especulación es el único motor que funciona.
En Europa, en concreto, parece diluirse el socialismo, el sentido regulador y redistribuidor del estado para sustituirlo por un derecho libre del mercado que como vemos es el que está creando crisis a todos los niveles. La falta de control de los dineros de los bancos, la falta de regulación de los mercados, la falta real de competencia entre las empresas que lo sustituyen con acuerdos "bajomanga" para reajustar precios y producciones según interese colocar mercancias en unos u otros mercados, cerrando unas empresas para favorecer las ventas de las otras, etc,etc. Y aquí es donde fallan las democracias, fallan los estados y los gobernantes y la clase política. Como dice Gamoneda, quizá sin darse cuenta, se autojustifican con acciones parciales, retoques pero sin ir al grano de las cosas. Su limitación en los mandatos tiene sus ventajas: permite pasar el tiempo con medidas "populares" pero no estructurales hasta las próximas elecciones.
Yo estoy de acuerdo con otros blogeros que están en esta línea de considerar que las izquierdas están dormidas. Que las democracias son buenas pero no por ellas perfectas y acabadas. Es necesario despertar el sentido crítico en las mismas. No suplantándolas pero sí perfeccionándolas, profundizando en su eficacia de creación, reparto y control de la riqueza y de los medios. Creo que la crisis actual de la Unión Europea es en parte el mismo problema: la separación entre los políticos y la realidad de las democracias. Y también considerar el papel de los medios de comunicación que deberían de analizar y debatir esta cuestión para que los ciudadanos se unieran e hicieran presión a través de los partidos políticos y sindicatos para "desenmascarar" nuestras democracias.El siglo XXI debería ser el período en el cual las democracias se perfeccionaran (o se instaurasen allí dl onde aún no han llegado)y revitalizaran pasando a regular el poder económico para beneficio de la calidad de vida de la ciudadanía de tal manera que no hiciera falta preguntarse lo que en su magnífico blog El último mohicano nos dice citando la primera frase de Saramago:


“La izquierda no tiene ni puta idea del mundo en que vive”

"La izquierda no piensa, no actúa, no arriesga ni una pizca"

“¿Dónde está la izquierda?”

¿No os parece que tiene parte de razón?

Bueno, como así lo veo así os lo cuento.

3 comentarios:

Siesp... dijo...

Particularmente, soy de los que está hasta el gorro de los izquierdistas que siempre tienen la misma cantinela: ¿dónde está la izquierda?.

La Izquierda soy yo, y gente como yo. ¿Dónde cojones está la derecha? ¿En Fabra, en Camps o en Berlusconi?

Yo soy la izquierda y tengo muy claro dónde estoy. Y me revienta que la derecha, amén de poseer casi todos los medios de comunicación, dispongan de los izquierdistas oportunos para machacar a las mentes nuevas que pudieran plantearse una duda y, a través de ésta, militar en la izquierda. Le hacemos el caldo gordo a los Bush y cía. Y eso me enerva.

Si yo soy la izquierda, los que me conocen no creo que me puedan acusar de falta de ideas. Sin embargo estoy harto de los no paran de acusar a la Izquierda de no tener ideas pero ellos JAMAS aportan ni una sola.

Bueno, ya me tranquilizo.

Un abrazo, Marcelino.

PD.- Perdóname el alto tono de voz, jejeje

marcelino dijo...

Siesp …lo que quise indicar en el post es solo una cosa: que las ideas que tenemos los de izquierdas quizá necesiten de nuestra acción para hacerlas más visibles y que los políticos nos ayuden o nos impulsen con sus iniciativas y con las nuestras también a tener un mayor poder de convocatoria y a una propagación mayor de la conciencia de que el estado debería ser tan fuerte que permitiese una política más social y más distributiva. Para ello cito a dos casos en los que se ve por una parte-en el caso de Gamoneda -la denuncia de una situación en la que el estado no puede controlar la economía y además está sujeto al mercado especulativo. En el otro caso hago referencia a la cita de un blog próximo en el que se hacen preguntas quizá un poco duras sobre dónde está la izquierda…Pero todo esto entiendo que no supone más que realizar una autocrítica a fin de ser más eficaces pero para nada hacer el juego a la derecha. No hay problema ni con el tono ni con la vehemencia. Un cordial salu2.

Siesp... dijo...

No, no, mi comentario no critica tu post, ¡faltaría más!, jejeje. Lo que pasa es que en cuanto oigo o leo la famosa coletilla "¿dónde está la izquierda?", me encarnizo.

Porque aborrezco la frase. Yo aludo a lo siguiente. En política, como en religión, uno puede tener las preferencias que quiera, pero al ateísmo y a la izquierda sólo se llega por el Conocimiento (lo cual no quiere decir que a las posturas contrarias no se llegue también por lo mismo, sino que para ser católico se llega por fe, por capricho, por costumbre, y hasta si me apuras por conocimiento, pero para ser ateo sólo se llega por el conocimiento, nunca por otras vías)

Entonces, si yo soy como soy porque mis conocimientos adquiridos me han llevado ahí. Y ahora digo: Yo soy de izquierdas, y estoy aquí, y estoy vivo, pero no puedo evitar que el 80 por ciento de la gente sea subnormal, eso es responsabilidad de Dios y de Asnar y su p. m.

A eso me refería. Jeje. Ha sido una excusa para mi propio desahogo. Jeje.
Un abrazo.