jueves, 8 de diciembre de 2016

ROBOTS EN MARCHA

Hay libros que estimulan. Andrés Ortega nos deleita con inserciones como esta:"...sobre las máquinas que parecen humanos, en su forma física o de pensar...lo que ya está ocurriendo y lo que puede pasar en un horizonte no muy lejano, de diez a veinte años" no es ciencia ficción. Es decir, los robots ya los tenemos en todas partes y los usamos para casi todo. Como dice el autor los usamos pero "también nos usan". ¿Qué es un robot? No es fácil su definición. He aquí una cuestión para pensar.
¿Qué es la automatización? Si la primera revolución industrial fue la de la mecanización y la segunda la de la electricidad,la de los ordenadores e Internet será la tercera revolución, según nos plantea el autor Ortega. Cuestiones como la "ansiedad tecnológica", la incidencia en los mercados de trabajo, en la afectividad de los humanos, tanto jóvenes como mayores, se manifiesta en ejemplares como Nuka o el robot canino Aibo o el ginoide Kodomoroid. Libro encantador para pensar y reflexionar sobre el futuro próximo. Para intuir por dónde irá la relación del hombre con la máquina o robot. Será una relación de cooperación y ayuda o será un enemigo a batir? ¿Podrá el hombre humanizar a los robots o éstos mecanizarán al hombre?
La foca bebé "Nuka" es un entrañable y suave peluche robotizado que se vuelve más cariñoso cuando más se le acaricia y cuyo uso en hospitales y residencias de ancianos en todo el mundo está evidenciando efectos muy positivos en terapias médicas frente a problemas de ansiedad, tristeza o demencia. Aibo es otro robot que podemos ver aquí... Robot mascota fabricado por Sony. Tiene forma de perro. Dispone de sensores que le evitan chocar contra objetos, y una cola que funciona de antena, además de "sentido del tacto". Presentado en 1999, AIBO es uno de los juguetes más sofisticados que se pueden encontrar en el mercado. Usa una combinación de tecnologías robóticas y multimedia e inteligencia artificial para hacer posible que una serie de hardware y software, normalmente “inanimado”, pueda tratarse como si fuera un compañero interactivo. Bajo una “vestimenta” en forma de perro, el Aibo genera interacción con su operador: Es capaz de reconocer los gestos e incluso la actitud corporal de su dueño. Es sensible a las caricias, tiene una enorme capacidad de movimientos, equilibrio y flexibilidad, y posee software que le dota de capacidad de aprendizaje. Según la compañía, Aibo verdaderamente tiene emociones e instintos programados en su cerebro: según la situación, Aibo moverá las piernas vigorosamente o mostrará mal humor si no recibe la atención que pide. El modo en que respondemos a las expresiones emocionales de Aibo afecta enormemente su personalidad y crecimiento. Que los humanos vamos progresivamente siendo suplantados por máquinas no es novedad. Sin embargo, en general eso ocurre en grandes fábricas de ensamble de productos. Ahora, lo harán también en acciones exclusivamente desarrolladas por personas, como las visitas guiadas. Cuando uno entra en el Museo de Ciencia e Innovación de Tokio, en Japón, es recibido por Otonaroid y Kodomoroid, dos androides que trabajan como asistentes permanentes del lugar y forman parte de una serie de robots creados para interactuar con seres humanos. Lejos del aspecto metálico de los robots industriales, la nueva generación de humanoides busca mejorar la interacción en la vida real con una serie de desarrollos que se asemejan a sus creadores, reproduciendo casi a la perfección las facciones de una persona. Estos dos ginoides, como se conoce a los androides con rasgos femeninos, sorprende por los detalles de su piel hasta las expresiones faciales que desarrollan. Otonaroid es la recepcionista del museo y es capaz de mantener una conversación con humanos, mientras Kodomoroid, con el pelo corto, está diseñada para encarnar a una divulgadora científica
El problema es que el futuro de máquinas y hombre no sabemos en que tipo de relación se pueden establecer. Se cree que los ejes sociales, económicos, políticos y culturales(e incluso los afectivos)pueden modificarse y no creo que estemos preparados para una dinámica nueva. Habrá que prepararse y el sistema educativo tendrá aquí una gran responsabilidad.

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